Pasó el 21 de octubre de 2015 y nos dejó un poco así… Entre decepcionados y desencantados… ¿Dónde estaba nuestro aeropatín? ¿Y nuestros robocordones?
Y eso que nuestro científico favorito, José Luis Martínez, ya nos había adelantado mucho antes que Nike ya había patentado el sistema años ha y que funcionaba perfectamente. Pero no era suficiente. ¡Queríamos robocordones en nuestras zapatillas! Hasta ese momento nos quedaríamos con la sensación de vivir en cualquier tiempo pasado, que no tiene por qué ser mejor.
Pues bien, parece que, al final, ha llegado el día. El momento más esperado para cualquier niño crecido en los 80.
Hoy, 1 de diciembre de 2016, podemos afirmar que existen las Nike con robocordones.
Vale, sí, de momento sólo las venden en dos tiendas de Nueva York —en la del Soho y en la Nike Clubhouse— y no se parecen en nada a las de la película que nos hizo soñar con ellas, pero algo es algo.
Se trata del modelo HyperAdapt 1.0, cuyos cordones —meros objetos decorativos— se ajustan solos, a través de un sensor de presión que, además de iluminar la suela, aprieta dos botones que ajustan el calzado al pie.
Hacerse con un par no será fácil, no sólo por la demanda —ya se sabe que si algo vende es la nostalgia—, sino también por el precio, porque los 720 dólares que cuestan dan ganas de coger el Delorean y marcharse lejos. Donde no hagan falta carreteras, por ejemplo.
