Vengo de ver ‘El Ministerio del Tiempo’

Hacía mucho que no seguía una serie por televisión. Se dice que la ficción española no es buena y aquí se demuestra que es falso (no toda, al menos). Tenemos un grupo formado por un soldado español del siglo XVI, una de las primeras mujeres universitarias del XIX y un enfermero de 2015, un equipo que trabaja para evitar que unos viajeros del tiempo clandestinos cambien la historia tal y como la conocemos. Esto es lo que me ha llamado la atención desde el primer capítulo. Ahora te cuento por qué.

He crecido con ‘Regreso al Futuro‘, hasta el punto que si buscas en el calendario de mi móvil verás que está marcado el 21 de octubre a las 16:29, como el momento en el que llega el Delorean a 2015. Este tema de los viajes en el tiempo me llama mucho la atención de siempre y es complicado hacerlo bien. Más que nada porque ¿cómo sería viajar en el tiempo? Hay varias teorías.

En ‘Regreso al Futuro‘ si tú viajas al pasado y cambias algo, cuando vuelves al presente, éste ha cambiado. Has intervenido en el tiempo y eso hace un presente alternativo. Diferente. El destino no está escrito en este caso. En otros sitios (como ‘Doraemon‘), si viajas al pasado e interfieres, no pasa nada, porque el presente ya se ha hecho teniendo en cuenta que tú estuviste en el pasado. Todo eso estaba escrito, era parte del destino y de la historia que tú viajaste al pasado a cambiarlo.

Es muy complicado hacer algo basado en viajes en el tiempo, prácticamente porque no sabemos cómo sería. En ‘El Ministerio del Tiempo‘, para salvar esto en parte, es posible viajar al pasado, pero no al futuro (aunque esto es muy relativo, porque cada vez que van al pasado, luego vuelven al presente, que es el futuro en ese entonces), pero así te curas en salud sobre si aciertas o no en cómo será el futuro, si lo haces discreto o dentro de unos años se verá muy ridículo. Aun así está bien trabajado. Personalmente, prefiero no buscar si hay fallos temporales de este tipo. La serie se basa en los viajes, pero lo que te ocupa la mente es la trama de las historias, el «que podría haber pasado si España hubiera entrado en la II Guerra Mundial como aliada de Hitler«, o cosas así.

Parte de la calidad de la serie para mi gusto es mezclar la seriedad con el humor muy sutilmente y de forma inteligente. Tenemos por ejemplo a uno de los agentes del Ministerio recitando a Lope de Vega una estrofa del ‘Maneras de Vivir‘, de Rosendo. Lope le pregunta si esos versos son de Góngora; un códice de los años de Torquemada con una ilustración de lo que parecen dos hombres en una moto; Velázquez trabajando para el Ministerio haciendo retratos robot; un funcionario en la época de Curro Jiménez quejándose porque le quitan la paga extra de navidad… Detalles así.

También, quieras que no, te sirve para aprender cómo ha sido la historia del país. No deja de ser curioso ver todo lo que ha pasado por aquí en tantos años (siempre te cuentan en los reportajes después de cada capítulo que han intentado que el rigor histórico sea el máximo posible). Unas mini lecciones de historia encubiertas. El Ministerio enseña, el Ministerio entretiene.

El mayor inconveniente que le veo es que se emite en TVE y tiene que competir con programas como ‘La Voz‘, en Telecinco, o ‘Bajo Sospecha‘, en Antena3. Ya ha cambiado de horario por dos veces, incluso en Andalucía nos perdimos el cuarto capítulo porque aquí nos colocaron el debate sobre las elecciones andaluzas. Esto puede hacer que pase algo más desapercibida, pero personalmente le veo futuro. Podría ser el ‘Dr. Who‘ español. Veremos qué tal se porta el tiempo con ellos.

bluebird Comunicación
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