Periodismo: del mejor oficio del mundo al trabajo peor valorado

Decía Gabriel García Márquez que el de periodista era «el mejor oficio del mundo». Y de esa expresión lo que me enamora no es que lo considerase el mejor, sino que lo considerase un oficio. Luego vienen los barómetros del CIS y resulta que la de periodista es una de las profesiones peor valoradas por los españoles. O ese estudio de CareerCast que asegura que es el penúltimo peor trabajo, sólo por encima del de leñador. O esos amigos que te dicen que les gustaría que sus hijos fueran cualquier cosa menos periodistas. O esa gente que se atreve a meternos a todos en el mismo saco y nos insultan a todos. Así. En general. De Paco Marhuenda a los curritos que se dejan la piel cada día en las redacciones por un sueldo de mierda. Sí, de mierda. Sí, sin conciliación. Sí, porque todavía creen que otro periodismo es posible. Sí, con la esperanza de recuperar la honestidad perdida. Así que no, no somos todos iguales.

¿Sabéis eso que dicen de que con un hermano sólo se puede meter uno mismo, que si se mete otro se lía parda? Pues creo que con este tema me pasa un poco lo mismo. Creo que los grandes medios de comunicación están podridos, tanto como lo están las instituciones políticas, porque ambos se retroalimentan. Y, al fin y al cabo, en la cúspide de esas enormes empresas periodísticas no hay periodistas, sino empresarios. Supongo que eso nos convierte en operarios de una fábrica cuyo único fin es generar dinero. Lo máximo posible.

Pero, no nos engañemos, si se genera dinero con lo que la gran mayoría considera “periodismo de mierda” es porque se consume. Así que, a todos esos que nos insultan, les invito a cambiar de canal, leer otro periódico, bucear más allá de los titulares, perderse por Internet. Porque existe buen periodismo. Sólo hay que buscarlo. Existe buen periodismo incluso dentro de los grandes medios de comunicación. Y si no lo encuentras es porque a lo mejor no te interesa estar bien informado y te basta con enceder la tele y embotar tu cabeza. Eso, para mí, es falta de espíritu crítico. Y de esto no tenemos la culpa los periodistas.

Hay periodismo honesto. Hay periodistas honestos. Lo he visto. Los he conocido. He aprendido de ellos. No sé si el de periodista es el mejor oficio del mundo, pero sé que no debería ser el trabajo peor valorado.

Fotografía: Asamblea Austrias ©

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.