No es fácil caminar bajo las farolas naranjas de esta ciudad. Ni de ninguna otra. Leer los periódicos. O mirar el cielo buscando aquello que se esconde en las alcantarillas llenas de barro, semen y orines. No es fácil hacerte el amor estrellándome en tu sexo. Ni el sexo con amor. No hay brújula que me coloque en el sitio adecuado. Y ya no hay tiempo.