Al final me voy solo.
Me va a venir muy bien, necesito acallar esa puta voz interna que habla a toda hostia en todo momento.
Hace apenas una semana estaba todo preparado para irme con Yoli.
La verdad es que no me apetecía mucho irme con ella y solo tuve que encender la mecha para una trifulca que me sirviera de coartada.
Yoli cree que la he dejado tirada. En verdad lo que la he dejado es «en paz». Pero supongo que ella no lo ve así.
Hace tiempo que siento que estoy por encima del bien y del mal, hace tiempo que juego a la ruleta rusa sin ganas, hace tiempo que como sin ganas, que bebo sin ganas, que follo sin ganas…
Estos últimos años han volado de manera frenética, apenas consigo hacer un recuento de vivencias. Cuando trato de recordar me encuentro con dudas, lagunas de noches enteras, de días, de sitios, de nombres…
Una confusión enorme y un cuerpo cansando, muy cansado, extenuado.
Ha ido tan rápido todo que ahora siento que la única manera de parar es chocando, chocando contra una pared que me diga en qué punto estoy.
Ha sido divertido, vivir en el delirio tiene tanto de risas, atrevimientos, éxitos, camas, copas…
Volverse primate y dejar gobernar a los impulsos enriquece tanto el alma que al final lo explota.
La inercia te lleva de un lado a otro sin parar, hasta que de repente y sin saber cómo, dejas de dar bandazos para sumirte en una espiral rápida, cuya velocidad ya no controlas. Solo sabes que estás dando vueltas y que si en algún momento tuviste el control, ya lo habías perdido.
Para un soldado ir a la guerra tiene algo de excitante.
Te dejas llevar, las vueltas te marean y te hacen cosquillas por igual.
Risas, pedo, copas, coca, sexo, resaca, tristeza, remordimiento, ilusión por dejarlo y risas, pedo, copas, coca, sexo, resaca, tristeza, remordimiento, ilusión por dejarlo…
Traté de agarrarme alguna vez a algo real.
Pero centrifugando a esta velocidad no conseguía distinguir a los buenos de los malos.
Una familia deteriorada, un trabajo que solo me llena, y poco, los bolsillos, unos amigos distantes, otros girando ellos en sus mundos y en sus vicios.
Y giras y giras y la niebla se convierte en un escondite. Ahí puedes hacer lo que quieras.
No quieres que te juzguen y sabes que muchos de los que aún te quieren tienen motivos para juzgarte, algunos para condenarte, así que te alejas fácilmente y simplemente te ocultas. La velocidad y la niebla son cavernas donde solo los más brutos llegan, pero cada uno encuentra la suya, para vivirla en intimidad. Hay una extraña cortesía entre brutos. Podemos jugar juntos pero a la caverna me voy solo.
Es como un baile donde todos saben que llevan trajes de alquiler.
Yo decidí vivir en la caverna y ahora no tengo muy claro el precio que he de pagar.
Da igual el precio, no tengo nada con lo que pagar.
Así que ahora me veo con la necesidad de enfrentarme a todo esto antes de que me acabe comiendo este gusano de hambre voraz.
Por eso me voy solo, porque los momentos lúcidos son tan pocos que o ahora o nunca, no puedo dejar que las excusas sigan llevándome de servicio en servicio.
Cabo de Gata me espera. Eso sí que es un sitio bonito. No podría haber para mí un sitio mejor que esas playas para ahogar gusanos, velocidades, nieblas y demás gilipolleces.