Recuerdo la falda tableada de lana gris, el uniforme de colegio religioso.
Los pecados.
A la gula, la avaricia y la envidia, las mató la lujuria.
Y la culpa.
Una falda gris cubre mi vientre de niña.
Unas bragas blancas
Y baratas. De algodón.
contienen mis tobillos.
Y la culpa está helada.
Y tiemblo.
Husmeo tu tumba porque no soporto este frío.
La maldita ausencia azul insertada en mis clavículas.
La nada.