Sin saberlo me he comprado otro un pasado en ruinas.
Ahora, lo trocearé, lo recompondré,
le daré brillo y esplendor y lo abandonaré
en cualquier parque de esta ciudad.
Y volveré a casa entre las calles y plazas
de mi memoria, doblando las esquinas del tiempo.
Sentado en el sofá de mi tristeza, probablemente
reflexione,
sobre cuando hay que decir un adiós definitivo.
Mientras, te haré sitio en todos los paisajes del futuro
hasta que pueda dar la función por terminada.