Camino entre las piedras, entre los trozos de un pasado olvidado, entre los fragmentos gastados de un tiempo incierto.
Camino sin observar, porque a ningún lado encuentro respuestas, porque en mi presencia se esconden las sombras.
Camino en un laberinto oscuro, de dudas sembrado y con ellas construido; hacia la inexistente luz dirijo mis brazos.
Y lo que está sobre los pedestales se convierte en polvo, cae, se destruye, se derrama… y vuelve otra vez a reconstruirse.
Camino entonces por entre esta imagen sin esencia, imagen irreal, imagen imperfecta. Y no lo entiendo.
Camino hacia un espacio sin tiempo y sin pasado, un espacio eterno. La potencia infinita que hace estallar mis oídos.
Camino hacia un final… uno de cuantos adornan esta historia, uno de aquellos que quizás debiera ser el verdadero.
Y lo que está sobre los pedestales se convierte en polvo, cae, se destruye, se derrama… para volver, un instante después, a reconstruirse.
Camino sin entender las reglas de este juego.