28-12-2015
Querido diario:
Suena ‘The Times They Are a Changin’, de Bob Dylan en mi Spotify.
No me gusta Bob Dylan, bueno, ni me gusta ni me deja de gustar, simplemente me gusta esta canción… es la que sale en los títulos de crédito iniciales de ‘Watchmen’, puede que una de las mejores introducciones del cine. Deberías verla, mamá, no es la típica peli de superhéroes…
Pero a lo que iba… hoy estáis fuera de casa, os he convencido para que os fuerais un par de días por ahí sin preocuparos por mí, que disfrutarais un poco, ya son muchos meses a mí cuidado y no es plan. Tenéis vuestra vida, al igual que mis amigos antes de que me dejaran de hablar, y, sobre todo, antes de que mi novia, mi primera novia, decidiera que era mejor continuar su vida con un nuevo compañero de universidad antes que conmigo, el chico que había sido su apoyo, su mano en el hombro, durante casi seis años.
Y como tenéis vuestra vida y vuestros problemas, no tenéis porque cargar con la mía, yo he decidido irme. No os preocupéis, no es culpa vuestra, sois los mejores padres que pudiera haber tenido, me habéis dado un tortazo cuando ha correspondido y el correspondiente caramelo cuando lo he hecho bien… todo bien, en serio, por lo que no quiero que os sintáis culpables de nada de esto.
Pero no quería despedirme con un folio, por lo que os dejo mi diario, aquel que me recomendó ir escribiendo el psicólogo hace unos meses para desfogarme e ir mejorando en la “etapa de duelo” (duelo mis cojones). Pero, bueno, ya que no ha servido de nada, al menos que leáis esto para sentiros menos culpables, para qué veáis por qué todo lo que me habéis dicho todas las personas de mi alrededor no ha causado ningún efecto en mí.
Adiós María, adiós Manuel, nos vemos dentro de unos años, espero que muchos. Cuidad de Nuria, ella es mucho más fuerte que yo.