Sé que estás ahí, en algún sitio. En un recuerdo sin esperanzas o en la cicatriz invisible que recorre mis párpados cerrados. Cuando me visto de rojo o me empeño en recorrer esta ciudad en leotardos y botas de agua. Sé que estás ahí, en algún sitio. En la desmemoria de un charco sucio o en la piel de mis labios. Cuando camino descalza y se me ensucian las plantas de los pies. Sé que estás ahí, en algún sitio, y que seguimos jugando a arrebatarme la niñez.