
Me acerco a un bar próximo a la Plaza de España de Madrid y, a pesar de mi enfermiza puntualidad, sentada en la terraza bajo una estufa-farola que yo las llamo «de ‘Farmacia de Guardia’» me espera Virginia Rodríguez. Mientras toma un tinto de verano no quita ojo a una niña que subida a unos patines se desliza con gran soltura entre las mesas de los distintos establecimientos de la zona. Es Chloe, su hija. Me siento junto a ella y pido una botella de agua con gas, que es mi nueva bebida estrella. ¡Para lo que hemos quedado! Arrancamos:
Dicen los medios de comunicación convencionales cuando hablan de los premios Goya que es la noche más importante del cine español. ¿Es realmente tan importante recibir/entregar premios? Juan Caballero, que es un excelente actor, decía que «cuando eres muy joven sueñas con obtener algún día un Óscar, pero con la perspectiva de los años “sólo” deseas poder seguir trabajando en lo que es tu pasión». ¿Estás de acuerdo con él?
Conozco a Juan. ¡Un currante en toda regla que se merece todo lo que le venga! Creo que los premios son un reconocimiento que a todos nos gusta tener, claro. Pero no creo que a mayor número de premios, mayor la calidad de tus trabajos.
Alexandra Jiménez nunca ha sido nominada a un Goya y es una pedazo de actriz, de profesional y de persona. No para de trabajar, es excelente en su trabajo, y el hecho de no haber sido nominada, no va a cambiar nada de eso.
Empezaste muy joven en esta profesión siendo cada semana Isabel en la serie ‘Compañeros’, estudiaste Periodismo y también Interpretación. Eres actriz de teatro, microteatro, televisión, cine… ¿Qué diferencias existen entre cada una de las especialidades? ¿En cuál te sientes más cómoda?
Siempre he dicho que soy carne de televisión. Crecí y me formé en ella, me encanta la dinámica de trabajo, lo disfruto muchísimo. Pero es cierto que todo tiene su punto especial. Al final, en cada proyecto, sea donde sea, estás desarrollando un personaje, y eso es lo que nos “engancha” a los actores.
En la pasada edición de los premios Goya, Leticia Dolera presentó un premio cargado de reivindicación feminista con aquello tan criticado o vanagloriado del «campo de nabos». ¿Qué te parece que se utilice una fiesta como los Goya para hacer este tipo de reivindicaciones? A Maribel Verdú en la alfombra roja previa a la gala le preguntaron por el tema feminista y objetó para no responder que no era el momento ni el lugar. ¿Estás más cerca de la postura de Leticia o de la de Maribel?
Soy más de la opinión de Maribel. Creo que cada cosa en su lugar y creo que la fiesta del cine está para celebrar el cine.
¿En todos tus años de profesión has sufrido algún tipo de desagravio por el mero hecho de ser mujer?
Jamás he vivido ni presenciado nada parecido.
Además de actriz, eres productora y profesora de interpretación. ¿Cómo se retroalimentan las tres actividades? ¿Qué te aporta la docencia para mejorar como actriz?
Creo que el mayor aprendizaje de hacer cosas distintas pero al final, cosas que tienen que ver entre sí, es la disciplina que requiere. A los 17 años empecé a trabajar en una serie y la disciplina que aprendí entonces, la sigo aplicando como actriz, como productora y trato de que mis alumnos entiendan que es necesaria para la carrera que han elegido.
Mis alumnos me enseñan muchísimo cada día. Ellos no son conscientes, claro, pero me dan unas lecciones brutales de superación, de ilusión por lo que amas. Me encanta estar en contacto permanente con veinteañeros. Nos olvidamos de muchas cosas según nos hacemos mayores y ellos me lo recuerdan cada día.
¿En algún momento algún alumno te ha dejado con la boca abierta por lo que te ha transmitido en algún ejercicio de clase?
Todos los años hay más de un momento de quedarme con la boca abierta, y son tan mágicos…
¿De alguien has pensado casi de primeras que pudiera vivir de la interpretación por lo que mínimamente hayas observado de él o de ella?
También todos los años hay alumnos de los que pienso que se van a dedicar a esto seguro y que van a hacer lo que les dé la gana. Algunos tienen mucho potencial y a algunos de ellos les propongo para mis propias producciones.
¿Te ha engañado algún actor en algún casting, llevándote una impresión buenísima de su trabajo y a la hora de la verdad resultar ser una tremenda decepción?
La verdad es que los castings que he hecho para mis espectáculos han sido siempre estupendos. Javi, mi socio, y yo hemos dado en el clavo todas las veces y tenemos un equipo por el que doy las gracias cada día. Además del talento, tenemos muy, muy en cuenta que la persona que entre a trabajar con nosotros, siempre sume en la compañía, tenga ilusión… Puedes ser muy bueno, pero si hay algo en la personalidad que olemos raro… No vamos a elegir a esa persona. ¡Creo mucho en el trabajo en equipo y en una compañía que se esté riendo todo el rato!

Eres miembro de la familia Aragón, una de las más importantes estirpes de artistas de este país. ¿El talento se hereda? Ya sé que hay que trabajarlo igualmente, pero la genialidad sí viene de familia, ¿o no?
Pues sinceramente, creo que sí. Creo que el «se lleva en la sangre», existe. Lo estoy viendo ahora también con mi propia hija. Hay algo con lo que naces, que no se aprende.
Como productora llevas el ‘Rocky Horror Madrid Show‘ a todos los rincones de España. Cuéntanos un poco qué es este espectáculo y por qué decidiste apostar tan fuerte por él.
El Rocky es una fiesta, un espectáculo interactivo original, distinto… Yo era muy fan de la película y cuando me enteré de que iban a hacer este show en Madrid, no dudé en ir. Acabé yendo todas las semanas, como buena friki fan. Años más tarde me ofrecieron un papel y tres años después Susana Guerrero, creadora del show, nos dijo que se iba de la producción, pero que la dejaba en nuestras manos si queríamos. ¡No dudamos ni un segundo y aquí estamos, cuatro años después!
¿Y el ‘Spice World Madrid‘?
¡Otra fiesta! Con la misma dinámica que el Rocky y con el mismo equipo, decidimos poner en marcha un espectáculo sobre las Spice Girls. ¡Y volvemos en febrero!
Son experiencias que no se pueden explicar muy bien, que hay que ver. Lo que hacemos (audience participation) es como ver cine y teatro a la vez. ¡Hay que vivirlo!
También has creado junto a tu pareja, Guillermo Fernández Groizard, una especie de juego de escape exterior, mezclado con teatro urbano que en poco más de un año tiene tres espectáculos distintos que se repiten prácticamente semanalmente. ¿Qué es El Secreto de Madrid?
El Secreto de Madrid es una mezcla entre juego de escape y teatro, por la ciudad, a lo grande y con siete actores, locales involucrados y, además, invitamos a aperitivo y bebida. Un giro de tuerca a los juegos de escape, que está resultando genial, la verdad.
Tenemos dos juegos exteriores y ahora uno nuevo a domicilio.
La experiencia está siendo de las cosas más satisfactorias que he hecho en mi vida. Tenemos, una vez más, un equipo maravilloso, nos lo pasamos bomba todos, la gente sale encantada de los juegos, las críticas son buenísimas… De verdad que es como un sueño haber levantado esto con Guillermo. Estamos muy felices con nuestro “bebé”.
Como hemos comentado antes, eres docente de interpretación, trabajo que impartes en la Escuela Metrópolis C.E. de Madrid de la que guardo un gran cariño porque me he formado durante dos años allí en el área de Dirección. Cuando un chico o una mujer de la edad que sea sueñan con subirse a un escenario en Broadway, ser Danny Zuko o Sandy Olsson. ¿Por qué deberían estudiar en Metrópolis? ¿Por qué Metrópolis es esa escuela que les puede acercar a dedicar una noche de febrero un Goya a su padre, a su hija o al amor de su vida?
Creo que “el secreto” de Metrópolis es que los profesores son profesionales en su área y que sales de la escuela sabiendo cómo funciona un rodaje o cómo funciona la dinámica de un montaje teatral. Y creo que el segundo “secreto” de Metrópolis es el ambiente familiar, divertido y de buen rollo que se respira. Hay que trabajar mucho, claro, pero hacerlo en un buen ambiente es importantísimo.
Bueno, y también tiene otro “secreto”: ¡los premios Gustavitos! Tú ya sabes lo que son. Dos o tres veces al año, los alumnos tienen la oportunidad de proyectar los cortometrajes realizados en la escuela, en la mítica Sala Galileo. Y después, hacemos una entrega de premios. Es una noche muy muy emocionante, especial, divertida… Donde todos los alumnos se reúnen para celebrar.
Aquí llega mi momento de gloria de la entrevista porque recuerdo que tengo cinco Gustavitos en la estantería de mi casa y Amenábar o Fernando León sólo tienen uno, así que por una regla de tres matemática si Amenábar tiene nueve Goyas… Seguimos.
Hemos nombrado hace un momento —hablando de idealismo y de sueños— a Danny Zuko y Sandy Olsson. Esta nochevieja con la compañía de teatro Tinto de verano organizasteis un dinner show mezclando varios musicales entre los que representasteis ‘Grease’, ‘Chicago’ o ‘Cabaret’. ¿Por qué tienes tiempo para hacer tantas cosas?
[Risas] Me encanta la pregunta. ¡Y además tengo una hija! Todo es cuestión de planificación y organización —la disciplina de la que hablaba antes—. Creo que en el día hay horas suficientes para hacer todo, con un buen plan y, por supuesto, empezando el día bien temprano. ¡También tengo tiempo de tomar muchos tintos de verano con mis amigos y de ver muchas series, no te creas!
Se dirige Virginia al camarero con un gesto cómplice y él codifica rápidamente la información, se nota que no es la primera vez que coinciden en este lugar. Chloe continúa disfrutando del patinaje de obstáculos por toda la calle. Lo hace muy bien.
Como gran lectora de Murray Magazine que seguro que eres estarás deseosa de trabajar en algún momento con Bill Murray. ¿Quizás pudiera ser un buen Dr. Frank N. Furter, Brad, Eddie o incluso Victoria Beckham?
Le veo más del hombre sin cuello, fíjate.
Virginia saca su faceta más cómica y rompe una cuarta pared imaginaria dirigiéndose a los lectores de Murray desde una hipotética cámara.
¿No sabeis quién es? ¿No habéis visto nuestro Rocky? ¡Pues el día 10 de febrero en el Teatro Gymage, estáis invitados a verlo! [Risas]
Si tenéis tiempo no dudéis en acudir porque merece mucho la pena, yo lo he visto en tres ocasiones y es una experiencia fantástica.
Como estamos en semana de Goyas y, aunque ya hemos comentado que los premios no son lo más importante, sí me gustaría que me dijeras qué Goya te ha hecho especial ilusión que recogiera algún compañero de profesión, por afinidad, por reconocimiento a su trabajo, por lo que sea.
¡Guille Milkyway! No le conozco personalmente, todavía, pero es mi cantante español favorito desde hace 20 años y me encanta que tuviera ese reconocimiento. Guille es un artista excepcional. Deberían premiarle cada día.
Guille Milkyway es miembro de La casa azul y en 2010 ganó el Goya a la mejor canción original por ‘Yo, también’. En ese momento se acerca el camarero con dos chupitos de Jagger, Virginia toma el suyo y me “obliga” a brindar con el otro. Yo, que me había abrazado a las burbujas del agua con gas, acabo sucumbiendo —sin mucha resistencia— y lo bebo de un trago. Me vengo arriba y hago con Chloe un juego de palmas que se llama Chocolate. Soy muy, muy torpe y decido que ha llegado el momento de marchar a casa. Nos despedimos los tres, no sin antes dar las gracias a Virginia por su cariñosa atención y dejando un deseo para los dos en el aire.
A ver si algún día, aunque sólo sea por fortalecer vanidades, nos juntamos caminando por la alfombra roja de los premios de la Academia.
¿Te imaginas? Sería lo más. Pero vestidos iguales, además. ¿Trato hecho?
Por supuesto qué sí, pero eliges tú la indumentaria.
Virginia Rodríguez es actriz, profesora, productora y madre.
Cuando arte y química se aúnan……magnífica entrevista!!!