Algunos pensaban que serían un simple experimento y León Benavente ya es uno de los grupos que más ha renovado la escena indie-rock española. Sus letras rasgan la avasalladora realidad hasta convertirla en algo manejable para el oyente, quien, además de enorgullecerse de sentirse —¡por fin!— tratado como alguien inteligente por parte de un grupo, se descubre saltando.
«De allí salí dispuesto a destruir la mañana / en busca de gente que me explicara qué pasa en España / por qué nos corroe la envidia / a santo de qué tanta fiesta / por qué se intenta evitar todo lo que molesta /entonces pensé en el futbol, en la democracia y la siesta / y en lo que distingue a una persona de una bestia», dice ‘Gloria’.
Sin ir más lejos, los lectores y críticos de El País han elegido ‘2’, su segundo álbum, como el mejor disco del año 2016. Abraham Boba, el frontman, y Luis Rodríguez tocan habitualmente en la banda de Nacho Vegas. El primero de ellos, con quien hablaremos en esta entrevista, también ha publicado trabajos como solista. Eduardo Baos toca en Tachenko y César Verdú fue batería de Schwarz. La gira de salas ya ha pasado por Valladolid, Barcelona, Valencia… Y les llevará a Oviedo (10 de marzo), Tenerife (7 de abril), Granada (21 de abril), Donostia (3 de junio) entre otras muchas ciudades españolas. También están confirmados para cinco festivales: Interestelar Sevilla, Tomavistas, Weekend Beach, Arenal Sound y Ebrovisión.
«Tengo la cara que me merezco / tengo el país que me merezco», sigue diciendo ‘Gloria’.
Sois uno de los grupos españoles que más utiliza la ironía y el doble sentido. ¿Eso os aleja del gran público?
Yo cuando compongo una canción pienso en la música en sí. Actualmente los temas de los que hablan las canciones es muy difícil que sean nuevos. Por este motivo, al final lo que queda para ser original es la forma de acercarse a esos temas. Ese toque sarcástico no deja de ser una forma más de observar temas. Es un recurso que yo utilizo desde mis principios en el mundo de la música y que considero que cuadra con el tipo de música que hacemos León Benavente.
Imagino que cuando escribes para el grupo te tienes que alejar de temas personales que sueles abordar como solista.
Cuando surgieron nuestras primeras canciones lo que me llevó a escribir de esa manera era la energía musical que transmitían. Hay veces que escucho canciones de otros que me chirrían porque considero que la letra no va acorde con el ambiente musical. Nosotros le damos mucha importancia a que la letra esté acoplada a lo que queremos transmitir. De ahí salió esa voz crítica que tenemos. Y, por supuesto, también salió del momento sociopolítico que vivíamos cuando creamos el grupo en 2012.
Has dicho que es difícil encontrar temas nuevos de los que hablar, pero vosotros habláis de la situación actual y ésta va evolucionando.
De todas formas, el tema no deja de ser hablar de la realidad. Luego tú ya vas eligiendo qué partes de esa realidad quieres destacar.
Imagino que en este sentido te ha influido haber compartido tanto tiempo con Nacho Vegas.
Sí, claro. A los cuatro que estamos en este proyecto nos afectan las influencias que hemos tenido. León Benavente no deja de ser una síntesis de todo lo que hemos absorbido en los 20 años que llevamos como músicos y obviamente Nacho es una parte muy importante. Gracias a él nos conocimos y nos habituamos a hacer conciertos grandes. No sólo es la influencia que ha tenido como escritor de canciones que hablan de la realidad.
¿La música tiene la obligación de implicarse y levantar la voz en el momento que estamos viviendo? ¿O no hay problema en que no se moje y se dedique a hablar de amor?
Creo que el amor es muy necesario en tiempos como los que vivimos (ríe). Ojalá que haya gente que también se dedique a hablar de amor si lo hace con las palabras adecuadas y desde el punto de vista adecuado. No creo que obligatoriamente haya que pasarse a una temática determinada o hablar de la realidad para intentar que las cosas vayan mejor. Hay muchas maneras de hacerlo y así se lleva haciendo desde momentos pretéritos. Lo que hay que hacer es no parar y seguir haciendo arte que de alguna forma haga más llevadera la vida de los demás.
¿Crees que hay grupos que ahora solo piensan en hacer ‘hits’ que lo revienten en salas y, sobre todo, en festivales? Te lo pregunto porque ‘Tipo D’ parece una crítica a este tipo de canciones.
Yo creo que los festivales no han cambiado la forma de crear música de los artistas. Hay mucha variedad musical. No hay más que abrir una revista en la que aparezcan los grupos o los discos del año; los estilos que aparecen son muy distintos. Otra cosa es que en los festivales casi siempre estén los mismos grupos o los nombres que llevan a más público, pero en lo que tiene que ver estrictamente con la música no creo que haya nadie buscando desesperadamente un hit. Actualmente se está haciendo música en este país que nunca antes se había hecho y también hay gente que tiene mucho interés en revisar lo que se ha hecho anteriormente y recuperarlo de una forma nueva. Luego sí que es verdad que existen grupos estándar que pueden tener más afinidades estilísticas entre ellos, para llamarlo así (ríe). Hay algunas canciones que las oyes y parece que ya la hayas escuchado mil veces antes en otros grupos. En definitiva, ‘Tipo D’ para nosotros simplemente fue una especie de experimentación.
¿León Benavente se siente igual de cómodo en salas y en festivales?
Obviamente las cosas son diferentes porque en un festival hay menos intimidad con el grupo y menos cercanía. Y en un festival estás tocando para mucha gente que no sabe quién eres. Aunque eso está bien también. En algún momento puede ser raro, pero hay mucha gente que nos ha conocido por tocar en festivales y gracias a ello luego nos ha ido a ver a salas. A nosotros nos gustan las dos experiencias. Cuando sacamos nuestro segundo disco directamente nos pusimos a hacer festivales y ahora empezaremos nuestra gira de salas.
El otro día hablaba con Marc Gili, el ‘frontman’ de Dorian, y me explicaba cómo ha cambiado la escena indie desde que ellos se crearon en 2003 hasta ahora. Sobre todo me hablaba de un mundillo poco profesionalizado, sin autoestima y con pocos recursos económicos. Vosotros lleváis menos años como grupo, pero también habéis vivido este tiempo involucrados en otros proyectos. ¿Tenéis la misma visión que él?
Sí, totalmente. Piensa que los cuatro empezamos nuestra aventura en el mundo de la música en los 90, que fue cuando surgió todo este movimiento indie, aunque esta etiqueta ya no tiene mucho sentido. La cuestión es que se creó todo un mundo que relacionaba medios, festivales y grupos. Vamos, que se creó una escena. Me acuerdo de los conciertos que se hacían hace tan solo diez años y todo era mucho menos profesional y había mucha menos gente que ahora trabajando alrededor de ello. Parece que es una sensación generalizada entre la gente que llevamos en esto desde que surgió.
¿Por qué ya no tiene sentido la etiqueta ‘indie’? ¿Quizá porque ya no es tan independiente como lo era antes?
No, en absoluto. No me refiero a esto. De hecho, considero que cuando surgió esta etiqueta tampoco se refería directamente a algo independiente. Más bien se refería a una escena alternativa respecto a lo otro que existía: el mainstream. Éramos grupos intentando emular a los grupos que nos gustaban, en su mayoría anglosajones. De ahí surgió todo eso. 20 años después yo creo que ya no tiene absolutamente nada que ver con esa situación a nivel de público, de medios y de profesionalización. Creo que la barrera entre indie y mainstream está diluyéndose y ojalá se diluya totalmente como sucede en otros países.
Mucha música que aquí es indie en Inglaterra es mainstream.
Sí, es eso. Y aquí en muchos casos también está pasando. Un grupo como Vetusta Morla es un claro ejemplo.
En ‘Habitación 615’ decís que palabras como contrato, amigo, dinero, edad, música, trabajo, ego o vanidad han cambiado de sentido para vosotros. ¿Por qué?
Van cambiando de sentido según el rumbo que toma tu vida. En ese momento nosotros veníamos de discográficas independientes y, de repente, nos pusimos a hacer un disco con una multinacional: Warner. Esa canción explica los días antes de la grabación del disco, en los que hubo un ambiente muy tenso. Llevábamos mucho tiempo juntos, había el asunto de las discográficas por delante y teníamos un disco por grabar.
Según El País, ‘2’ fue el mejor disco del año 2016 en español. Según León Benavente, ¿cuál fue el mejor disco?
Para mí ‘Salve Discordia’, de Triángulo de Amor Bizarro.
Os llamáis León Benavente porque hacíais habitualmente el trayecto en coche de León a Benavente. Siguiendo esta lógica, quizá algún día os tendréis que llamar Madrid DF, por ejemplo. ¿Tenéis en mente volver al continente americano?
(ríe) La idea es volver cuando podamos. Lo que pasa es que ir a Latinoamérica supone mucha inversión y mucho gasto. Es más difícil de lo que parece. Pero nosotros siempre hemos aprovechado giras de Nacho para ir y siempre han ido muy bien. El público se amplía, sobre todo en DF, que es la ciudad que más hemos visitado. También estuvimos por primera vez en Chile y Argentina. Hay trabajo por hacer.
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