«Hemos vivido campañas orquestadas en todo el territorio español contra los musulmanes»

La islamofobia en España se dispara hasta un 500% en el año 2015, cebándose con las mujeres: Más de 199 denunciaron ataques. Además, por primera vez se registra islamofobia contra menores.

«Antes de que un moro de estos nos reviente de un bombazo, lo reviento yo». Esto es, al parecer, lo que dijo el guardia civil detenido el pasado martes por el presunto asesinato a quemarropa de un ciudadano marroquí. Este suceso ha devuelto a la actualidad un fenómeno como la islamofobia, que muchos consideraban latente en España, pero que ha crecido un 500% según el último informe de la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia, presentado ayer en Valencia. Amparo Sánchez Rosell preside esta asociación desde hace seis años y avisa de que las cifras de esta lacra nunca han sido tan negativas como las de este año.

¿Cómo llega a dispararse hasta un 500% la islamofobia en España?

Si analizamos las estadísticas por baremos temporales, el repunto se da en los meses donde se han producido atentados terroristas de DAESH y similares. La islamofobia es anterior a los atentados terroristas, lo que sucede es que el terrorismo la fortalece. A más terrorismo, más nazismo y radicalización de extrema derecha;  a más radicalización política y social de extrema derecha, más discurso del odio; a más discurso del odio, más islamofobia.

De vuestro informe se desprende que existen dos víctimas claramente visibles: las mujeres que llevan pañuelo y, este año por primera vez, los menores.

Llevar el hiyab supone dificultades añadidas a las que sufre cualquier mujer. Dificulta hasta el derecho a la educación. Estamos recibiendo quejas cotidianamente de alumnas a las que no se les permite escolarizarse o acceder al centro escolar con el pañuelo. Estamos hablando de derechos fundamentales violados de forma habitual y sin que cause reacciones porque lo consideran «normal».

Este año aparecen casos contra menores, incluidas las agresiones y el bullying escolar por causas religiosas contra alumnos musulmanes.  Niños que son llamados terroristas o asesinos por otros niños (vecinos o compañeros de clase), profesoras que explican de forma desafortunada los atentados terroristas, criminalizando a todos los musulmanes… Y, claro, esto provoca consecuencias entre los alumnos.

Añado, además, una tercera tendencia que es el ciberodio, que este año supone un 21,8% de todos los casos.

Según se señala en el informe, Barcelona, Madrid y Valencia son las provincias donde más ataques se han dado. ¿A qué se debe?

No sabemos exactamente, quizá porque son las zonas donde los grupos de extrema derecha son más numerosos y activos.

Este año ha estado marcado por terribles atentados terroristas en suelo europeo por los que miles de musulmanes han salido a las calles con lemas como ‘No en mi nombre’. Usted ha señalado además que es la población musulmana la primera víctima de estos ataques.

Sí, somos víctimas porque también somos parte del objetivo de los terroristas y porque consiguen hacernos parecer culpables a los ojos de una parte de la sociedad, de los políticos y de los medios de comunicación.

Da la sensación de que la ciudadanía musulmana que vive en Occidente comienza a estar cansada de tener que pedir perdón por este tipo de sucesos. ¿Es así?

Sí, muy cansados, los que viven y los que somos. No olvidemos que, por ejemplo en España, el 40% de los musulmanes somos españoles. Además, no se trata de pedir perdón por algo de lo que no somos responsables. Sí que te ves obligada u obligado a recalcar siempre la evidencia: que el terrorismo no forma parte del Islam. Los musulmanes sabemos perfectamente que Islam es paz, buenos modales, hermandad, buena vecindad, etc. Hace falta que lo hagamos más visible y el resto de la sociedad lo perciba y no se quede con el discurso del odio de unos y otros.

En Europa estamos asistiendo a fenómenos de extrema derecha, como el de Pegida en Alemania, que abogan por la incompatibilidad de la convivencia entre musulmanes y no musulmanes. En Francia es bien conocida la postura de Le Pen. Hemos visto cómo un grupo de neonazis reventaba una protesta pacífica tras los atentados de Bruselas, y recientemente, cómo un partido ultraderechista se posicionaba como la primera fuerza en Austria. ¿Cree que España va camino de este discurso cada vez más crispado?

Ya se produjo por parte de partidos políticos de extrema derecha y algunos políticos de partidos supuestamente más moderados. La diferencia es que, afortunadamente, en España no han conseguido una gran rentabilidad política. Digamos que los discursos políticos tan extremistas no consiguen muchos votos, sin embargo, si calan en el imaginario colectivo de una parte de la sociedad.

El informe indica también que se ha vinculado el discurso del odio al de la crisis de refugiados. ¿Qué tendencias habéis observado a este respecto?.

Cuando nació el movimiento ciudadano Welcome Refugees, automáticamente apareció Welcome Terroristas y campañas orquestadas en todo el territorio español de reparto de octavillas, pegatinas, camisetas, caretas de cerdo para hacer las acciones sin ser identificados… Estas campañas son contra los refugiados y van acompañadas de mensajes contra el Islam, los musulmanes, las mezquitas y lo que ellos denominan «islamización». La noche del 22 al 23 de marzo contabilizamos 19 actos vandálicos entre mezquitas, puentes o puntos emblemáticos de diferentes ciudades, los eslóganes de las pancartas contra los refugiados y contra el Islam eran los mismos, así como la metodología utilizada.

Hemos asistido en los últimos meses a requisiciones de bienes de los refugiados acogidos en territorio europeo, a incriminaciones infundadas por violación como en el caso del incidente de la nochevieja en Colonia, a detenciones, hasta el famoso acuerdo de deportación entre la Unión Europea y Turquía… ¿Se está convirtiendo la población musulmana en los paria de Europa?

Sí, desgraciadamente así es para los políticos y los grupos partidarios del choque de civilizaciones y del discurso del odio. Somos los «culpables» de casi todo, nos criminalizan y señalan con el dedo acusador, por lo que, con toda impunidad, se nos niegan nuestros derechos de ciudadanos, e incluso los Derechos Humanos, simplemente porque se nos ve como a inferiores, infrahumanos, vidas sin valor.

Por otro lado, al único líder espiritual que hemos visto tomando partido por los refugiados ha sido el Papa Francisco. ¿Cómo valora esto?

Dice mucho a su favor, es un gran líder y una buena persona, ojalá todos «sus fieles» escucharan sus palabras, sus consejos, y siguieran su ejemplo.

¿Qué pueden hacer los musulmanes para frenar actitudes islamófobas, en especial en Occidente y, sobre todo, en España?

Sentirse ciudadanos aportando lo mejor de nosotros mismos en beneficio de la sociedad; cumplir con nuestras obligaciones para poder pedir nuestros derechos sin complejos, con educación y sin excusas, incluso denunciando si es necesario; ser musulmanes y ciudadanos españoles conscientes y responsables. En definitiva, ejercer la plena ciudadanía.

Te pongo un ejemplo que conocemos muy bien: El Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV) lleva años luchando por la cohesión social, haciendo trabajos sociales, culturales, interreligiosos, de buena vecindad, educativos, etc. Pues bien, una de las visitas de un instituto al CCIV fue anulada y la persona responsable del centro educativo, cuando llamó para avisar unos días antes, dijo que los padres se habían negado alegando que no dejaban ir a sus hijos para que los mataran. Terrible.

Usted lleva casi tres décadas militando por los derechos de la ciudadanía musulmana en España. Después de los datos que ha presentado, ¿tiene alguna receta para combatir el odio?

Contra el odio, amor; razón, contra la sinrazón; datos concretos y estadísticas, ante la negación; activismo, contra la paralización. Con una sonrisa y, sobre todo, con corazón.

bluebird Comunicación
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