Ya es Navidad en España

Sí, señores, las luces no engañan. Ese Papa Noel que acecha en cada esquina tampoco. Ni las estanterías de los supermercados repletas de turrones (mejor de marca blanca). Ya es Navidad en esta España mía, esta España nuestra. La primera después de la crisis, según el señor Mariano Rajoy, cuya mujer se sube ella misma al árbol para colgar las bolas. ¡Qué detalle! Nos recuerda a Ana Mato(perros) cuando dijo aquello de que su momento favorito del día era cuando veía cómo vestían a sus hijos. Estos señores de la derecha más rancia son, francamente, adorables. Y menudo espíritu navideño gastan, oiga. Que hasta decoran ellos mismos la Moncloa.

Pues sí, en la primera Navidad después de la crisis, según Rajoy, un informe de UNICEF cifra en un 36,3 la pobreza infantil en España. Durante esa crisis que, según Rajoy, hemos dejado atrás y no ha sido más que un mal sueño, peor que el de Resines en ‘Los Serrano’, el número de niños pobres en nuestro país aumentó en 800.000. Sí, es Navidad y más de dos millones y medio de niños están en riesgo de exclusión social.

En Navidad todo es amor y buen rollo, para todos. Pero en este santo país parece que las instituciones se olvidan de algunos (de muchos, mejor dicho), en estas fechas entrañables y siempre. Es Navidad en el país de la valla de Melilla, esa valla de la vergüenza. Es Navidad en el país en el que, durante el último año, el número de desahucios aumentó un 4,2%.

Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos (Artículo 47 de la Consitución Española)

Es Navidad en el país en el que la Justicia ya no es igual para todos, aunque sea la primera tras superar la crisis, según Rajoy, y la primera tras la era Gallardón. Es Navidad en un país amordazado. Lamentablemente, nunca más será Navidad para las 59 mujeres que fueron asesinadas por sus parejas, o ex parejas, durante 2014.

Pese a todo, la Navidad es una época de esperanza, de deseos, de sueños cumplidos. Así que alzamos nuestras copas para brindar por un futuro esperanzador (nada que ver con Esperanza) para este país. Ojalá que cuando las gaviotas carroñeras vuelen lejos todos, especialmente ellos, los niños, podamos celebrar de verdad la Navidad.

¡Murray Christmas!

Fotografía: jan zeschky ©

bluebird Comunicación
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