Nos ha gustado ver gente distinta en el Congreso de los Diputados.
Nos ha gustado ver rastas y menos corbatas.
Nos ha gustado ver un bebé junto a su madre ocupando su escaño.
Nos ha gustado ver acciones reivindicativas dentro y fuera del hemiciclo.
Nos ha gustado la renuncia a los coches oficiales.
Nos ha gustado ver nerviosa a gente como Celia Villalobos y Jorge Fernández Díaz.
Nos ha gustado ver renunciar a privilegios a los que otros siguen agarrándose.
Nos ha gustado que miembros de partidos corruptos os hayan acusado de postureo.
Todo eso y otros muchos gestos nos ha gustado.
Pero ahora llega la hora de la verdad. Toca trabajar por la ciudadanía. Toca cumplir de verdad promesas y luchar, desde dentro, por cambiar un sistema podrido y corrupto. Tiene que terminar eso de llenarse la boca para hablar de la nueva política: es el momento de hacer nueva política.
Los gestos han estado muy bien. Han sido fantásticos. Y muchísimos de ellos, necesarios. Pero ahora llega el momento de llevar ese espíritu de cambio real al Congreso, al Senado y al país entero. Esa oportunidad que tanto se ha pedido para hacer las cosas de manera diferente ha llegado y hay que aprovecharla.
Se acabó la hora de los gestos. Es la hora de la realidad, de la gente, del cambio real y de sanear, de una vez por todas, este país.
No nos falléis.
Fotografías: Wikimedia ©