Según Mariano Rajoy ya estamos saliendo de la crisis. En su mundo de golosina y piruleta donde reinan los recortes indiscriminados contra los ciudadanos, Mariano ve que todo va bien. Pero la realidad, la triste realidad es otra muy distinta ya que España es un país en el que cada día más personas viven en situación de pobreza.
En las últimas semanas hemos conocido dos informes que echan para atrás estas teorías absurdas de Rajoy. Tampoco tenemos que irnos muy lejos, sólo hay que ir a cualquier oficina del INEM de este país y comprobar la cantidad de dramas humanos que nos rodean. Sin olvidar, por supuesto, los desahucios criminales que se suceden día sí y día también en España para regocijo de más de un desalmado que ocupa puestos de poder.
Pero vayamos a la situación que centra este editorial: la pobreza en España. Hace unos días conocíamos el informe ‘El Estado de la Pobreza’ de EAPN España que señalaba que más de un 27 por ciento de la población de nuestro país está afectada por una situación de pobreza y exclusión social. En términos absolutos: 12.866.000 personas. ¿Todo está bien, señor Rajoy?
Siguiendo con este informe, cada vez hay más personas con dificultades para alimentarse adecuadamente. O no pueden mantener su vivienda con la temperatura adecuada. O son incapaces de afrontar cualquier tipo de gasto imprevisto.
Días más tarde hemos conocido otro devastador informe de Cruz Roja España en el que destacaban que han tenido que incrementar sus acciones de ayuda a las personas sin hogar. Sí, en la misma España de Rajoy.
Y es en esa España de Mariano Rajoy en la que cada día que pasa hay más personas viviendo en la calle. Y no es el Gobierno quién pone la ayudas personas ya que son los miles de voluntarios y las donaciones ciudadanas las que están ayudando a paliar algo la situación. Pero muy poco.
Una situación que avergonzaría a cualquier gobernante menos a los sinvergüenzas que tenemos instalados en La Moncloa y los distintos ministerios. Poco han paseado los señores del Partido Popular por las calles de cualquier ciudad española para ver la cantidad de personas que duermen en bancos, paradas de autobuses o cajeros.
Ellos son más de poner impedimentos a esas personas para que puedan descansar aunque sea en la calle. No olvidemos las famosas marquesinas antimendigos instaladas en Madrid por la señora Ana Botella.
Una vez más es la respuesta ciudadana a través de Cruz Roja, Cáritas, las ONGs, asociaciones de vecinos… las que están echando un cable para luchar contra la pobreza. Los señores del Gobierno sólo están interesados en quedar bien con los bancos y las instituciones europeas. Los ciudadanos, básicamente, les importan bien poco.
Está claro que el señor Rajoy mirará y presumirá de otros índices económicos ya que estos, a lo largo de su mandato, se los ha pasado por las pelotas.
La ilustración que acompaña a este artículo es de Facundo Mascaraque.
