La loca carrera hacia las urnas

urnasYa estamos en campaña electoral. Aunque parezca mentira, los meses de antes se llamaban precampaña o cualquier otra cosa. Pero no. No era la campaña. Esto ha empezado ahora con esas ridículas pegadas de carteles en las que se puede ver a gente como Esperanza Aguirre sonriendo a todo el mundo a altas horas de la noche.

Y cada partido ha cogido su posición de salida para llegar al próximo 24 de mayo en la mejor posición posible. Ahora llegan días de promesas y mentiras. Mentiras y promesas. Alguna ilusión. También alguna realidad. Pero, por encima de todo, llega ese momento de mayor hipocresía política: lo importantes que son los ciudadanos.

Porque en esta carrera de la democracia (o lo que sea que tengamos en España) los ciudadanos sólo somos importantes cuando estamos llamados a las urnas. El resto del tiempo somos datos. O parados. O impuestos. O nada.

Venimos de cuatro años de robo de derechos día sí y día también. Y los que nos los han quitado mientras han ido enriqueciendo sus bolsillos tienen la caradura de prometer, prometer y prometer. ¿Quién puede darle el beneficio de la duda a, por ejemplo, los señores de un Partido Popular que van a caso de corrupción por semana? Pues aunque parezca raro, mucha gente va a votarlos.

¿Cómo se puede votar a unos tíos que han escupido y pisoteado el programa electoral que presentaron en las anteriores elecciones generales? Pues se les votará. Y van a ganar bastantes alcaldías y alguna que otra comunidad. ¿Cómo se puede analizar esto?

Luego tenemos a la gente del anteriormente conocido como Partido Socialista Obrero Español. ¿Cuándo dejaron las palabras Socialista y Obrero de tener sentido en el PSOE? ¿Cuándo entregaron España a los bancos juntos al PP? ¿Cuándo impulsaron los desahucios? Hace tanto tiempo que casi ni lo recordamos. Pero ahí están, hablando de socialismo en campaña. ¡Y se quedan tan panchos!

Después está una Izquierda Unida que se ha ido fagocitando así misma hasta, según los sondeos, convertirse en algo casi residual. Cuando parecía que llegaba su momento se han autodestruido lentamente. Y de UPyD ya ni vamos a hablar.

Y por ahí han surgido dos nuevas opciones que darán que hablar como lo están haciendo. Por un lado Podemos, que parece que ha perdido fuerza en los últimos meses. En el otro, Ciudadanos también conocidos como “Naranjitos” o “Falangitos” según a quién uno pregunte. Los chicos de Rivera dan mucho, mucho, mucho miedo.

Pero ahí estarán, con la llave para gobernar en muchas ciudades y comunidades tanto los de Podemos como los de Ciudadanos. Una locura.

Así que llegan esas semanas de simpatía política. De fotos con señoras mayores, con parados y con niños. Y de mentiras. Mentiras. Mentiras. Y mentiras. En nuestra mano está hasta donde las creemos.

La ilustración que acompaña a este artículo es de Facundo Mascaraque.

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.