Si esta semana amaneciste un día como un niño pequeño en la mañana del 6 de enero, puedes seguir leyendo este editorial. Porque el 21 de octubre redescubrimos, una vez más, lo maravilloso que puede ser el cine, cómo puede trascender de la gran pantalla y convertirnos en las personas que somos.
Qué maravilla fantasear con conducir un Delorean hasta el futuro y más allá, qué increíble pensar que, fotograma a fotograma, nos hemos convertido en los soñadores que hoy somos. Que si nos gusta la moda de los años 50 sea porque hasta allí se transportaba un Marty McFly que huía de terroristas chiítas para encontrarse con su propia realidad. Que si nos empeñamos en no conformarnos en el amor sea porque, un día, nos empeñamos en ir al cine a ver ‘El hijo de la novia’ y se nos desbarataron los sueños. Que si estamos pasando una mala racha renunciemos a los libros de autoayuda y pongamos, por enésima vez, ‘Karate Kid’, porque el señor Miyagi lo sabe casi todo. Que si queremos decirle a alguien que cuente con nosotros baste con un «estaré aquí mismo» o un «levántate, hijo de puta, Mickey te quiere».
Las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia se llenan, día tras día, de personas que saben que el cine no es sólo cine, que el cine puede cobrar vida en todos y cada uno de nosotros, si queremos. Hill Valley es real, se situó a las afueras de Londres el verano pasado, en su versión de los años 50. Y sí, por supuesto, se celebró el baile del Encantamiento bajo el mar.
Ahora os pedimos avanzar algo más en el tiempo, porque de eso va hoy la historia. Concretamente hay que viajar hasta el 18 de diciembre de 2015. Dentro de unos dos meses. Resulta que ese día la Fuerza va a despertar, y eso es algo que ni mucho menos sucede todos los días.
Será cine pero cada día que se acerca a esa fecha supone que millones de personas en todo el mundo vivan ilusionadas con introducirse de nuevo en esa gran aventura galáctica que les ha marcado durante toda una vida. Sólo hay que ver lo que ha supuesto el lanzamiento del tráiler definitivo del Episodio 7 en todo el planeta para comprobar que todo esto, como en tantos otros casos, es mucho más que una simple película. Es la vida.
¿Cuánto de lo que somos es cine?
Casi todo.
