No voy a negar que me gustaría haber sido Manolo Sanchís aquel lejano 20 de mayo de 1998. O Xavi Hernández el año pasado. O Casillas hace dos. Levantar la Champions League debe ser lo máximo que le puede pasar a un futbolista y el mayor sueño que cualquier amante de esto de la pelota puede tener.
¿Por qué empezar así un análisis de lo que nos queda de Copa de Europa? Porque la máxima competición a nivel de clubes de nuestro continente es diferente. Todo lo que rodea a levantar en el mes de mayo (o junio) la llamada Orejona siempre ha tenido cierto misticismo y originado cierto fervor en los seguidores del deporte rey.
Si pensamos en todos los grandes futbolistas se han quedado sin disfrutar de ese honor, uno puede hacerse idea de lo que supone tener en el palmarés la preciada Copa de Europa. Y es que gusta llamarla así aunque lo de Champions League esté muy bien y escuchar el himno antes de los partidos nos ponga a muchos los pelos de punta año tras año.
Por eso, cuando quedan unos dos meses para saber quién lo hará, queremos soñar con eso tan bonito que debe ser levantar la Champions. Ese inmenso trofeo que colma los sueños de los aficionados de todo el Viejo Continente. Y en este 2016 son ocho equipos los que siguen esperando a alcanzar la gloria tras surcar esa gran barrera que son los octavos de final.
En el camino hasta Milán quedan Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, PSG, Manchester City, Benfica, Wolfsburgo y Bayern Munich. Ocho escuadras que lo darán todo por ser los elegidos y pasar a la historia de la Champions. Los culés, por ejemplo, se enfrentan al reto mayúsculo de ser el primer equipo en ganar la competición dos años consecutivos con el formato Champions League.
Las cartas ya están sobre el tapete y las primeras cuatro decisivas batallas a doble partido ya las conocemos.
Los caprichosos bombos de la UEFA han servido, por ejemplo, al Madrid un rival a priori sencillo como el Wolfsburgo. Pero este equipo comandado por Zidane no es mejor que nadie esta temporada. Bien harían en tenerlo claro jugadores y aficionados: no será fácil llegar a semifinales. Sobre el papel los blancos son muy superiores, pero nadie se fía de este equipo. Eso sí, que nadie entierre a los madridistas y, muchísimo menos, en su Copa de Europa.
Otra eliminatoria a priori desequilibrada es la que enfrentará a Benfica y Bayern Munich. Los alemanes son favoritos a todo pero no deben olvidar que están en cuartos por un suspiro. Frente a ellos un Benfica que ya ha cumplido en Europa y que todo lo bueno que le pase a partir de ahora será un regalo. ¿Llegar a una final de la Champions y romper la vieja maldición? Imposible.
Se presenta quizás más igualada el enfrentamiento entre Manchester City y PSG. Al menos en cuanto a nombres. Por juego, sin duda alguna, los favoritos son los franceses. Más maduros y con Di María, el equipo de Zlatan puede pasar a semifinales con facilidad si los ingleses no se compactan un poco más de aquí a la eliminatoria. La última bala de Pellegrini con el City se disparará en Europa y dependerá en todo de la inspiración de sus hombres de ataque.
Y la última eliminatoria es, aunque sorprenda a muchos, la menos igualada de todas. Y habría dicho esto de cualquier rival que se hubiera enfrentado al Barcelona. El Atlético, y el resto de equipos que han llegado a cuartos, son muy inferiores a los de Luis Enrique. Bueno, en realidad a los de Messi. Si el astro argentino sigue en la línea de esta temporada, nada podrán hacer los de Simeone.
Empieza lo serio en la vieja Copa de Europa. Pronto sabremos que cuatro capitanes seguirán aspirando a sentir eso de levantar la Champions en Milán el próximo 28 de mayo.
Fotografía: edwin11_79 ©