LeBron consigue un equipo a su medida en Cleveland

La NBA ha vuelto a vivir un auténtico tsunami este verano de la mano del cuádruple MVP. Su vuelta a casa ha movido el eje de la Conferencia Este. Miami ha conservado a dos de sus tres figuras y no les quedará mala plantilla, pero han dejado de ser la referencia. Ahora son los Cavaliers los que tienen muchas papeletas para ser finalistas de la liga la próxima temporada. Más aún después de la lesión de Paul George, que reduce las opciones de Indiana Pacers.

Cleveland contaba con un equipo rebosante de juventud, y afortunado por haber tenido el número uno del draft tres veces en los últimos cuatro años. Estaban montando un equipo poco a poco y ahora de repente han sufrido una revolución que les convierte en candidatos al anillo. Se han saltado algunos pasos en su búsqueda del éxito.

LeBron James estuvo un tiempo muy dolido. El trato que recibió en sus primeras visitas a Cleveland después de abandonar el equipo por Miami Heat le hirieron mucho. En Florida cumplió su objetivo. Fue el líder de un equipazo y ganó dos anillos, además de jugar la gran final en las cuatro temporadas que estuvo a las órdenes de Erik Spoelstra.

En Cleveland ya jugó una final, en 2007, pero los San Antonio Spurs retrasaron su acceso al Olimpo de los campeones. Ahora el hijo pródigo volverá a liderar al equipo de su tierra, Ohio, para cerrar el círculo y alcanzar su verdadero sueño.

El hasta ahora líder del equipo, Kyrie Irving, se pone a la sombra de las dos superestrellas que han llegado de golpe. Porque aparte de LeBron James también cuentan con Kevin Love, que deja de ser socio de Ricky Rubio para pasar a formar parte de un equipo claramente ganador. Esa tripleta de cracks promete ser el nuevo azote de la mejor liga del mundo, el nuevo big-three de moda.

La llegada de Love ha costado algún sacrificio. Anthony Bennett, número uno del draft 2013, y Andrew Wiggins, el número uno de 2014, han dejado el equipo rumbo a Minnesota Timberwolves. El proyecto de Ricky ha cambiado radicalmente. El español puede optar a liderar el equipo con sus jóvenes nuevos compañeros, y contractualmente le puede haber venido muy bien la marcha de la hasta ahora gran figura de su equipo.

Además de Kevin Love y Kyrie Irving, Cleveland también ha conservado algunos jugadores importantes más. Dion Waiters es un prometedor escolta. Ha tenido sus más y sus menos con Irving, pero no cabe duda de que tiene un talento especial. Otro desatascador en ataque. También sigue Tristan Thompson, cuyo papel se verá reducido por la llegada de Love, pero será un activo más en defensa. Cuando Love se siente en el banquillo, la capacidad reboteadora del equipo no se verá afectada. Y sigue Anderson Varejao, cuyo estado físico es un poco incógnita por las lesiones sufridas en la últimos tiempos. Recuperarle para la causa sería muy beneficioso para los Cavaliers. De momento es buena noticia que juegue el Mundial con Brasil.

Además, LeBron ha reclutado a dos de sus compañeros en su etapa en Miami. James Jones y Mike Miller llegan para reforzar un poco más el juego exterior y tener a dos cañoneros desde la línea de tres. Está por ver si logra lo mismo con Ray Allen, el mejor tirador de tres de la historia de la liga, que no tiene muy claro si colgar las botas ya, con 39 años, o seguir un año más con la opción de ganar otro anillo de campeón. Al veterano que sí han convencido los Cavs ha sido a Shawn Marion, que ha firmado por el mínimo, menos de un millón y medio de dólares.

De este modo, la plantilla ya no queda tan joven. Pero queda muy talentosa y también muy experta. Lo que falta por ver es si serán capaces de tener un buen nivel defensivo. Para ello han traído a David Blatt. El reciente ganador de la Euroliga con el Maccabi Tel-Aviv se ha distinguido en el baloncesto europeo como un entrenador que desarrolla muy bien la estrategia defensiva. Si consigue lo mismo en Cleveland, las posibilidades de ser campeones serán seguro muy altas. Lo que también quiere es reforzar su juego interior con el pívot de Denver Nuggets Timofey Mozgov, jugador que ya ha tenido a sus órdenes en la selección rusa.

No están solos en el Este. Ya hemos comentado que las opciones de Indiana Pacers han menguado y Miami Heat ha perdido a su Rey, pero hay otros equipos a los que hay que seguir con atención. Los Chicago Bulls de Pau Gasol y Nikola Mirotic son un valor en alza, a la espera de ver cómo vuelve a las pistas Derrick Rose. Los New York Knicks han logrado la continuidad de Carmelo Anthony, tienen a Phil Jackson confeccionando y a Derek Fisher dirigiendo en el banquillo y José Manuel Calderón en pista. ¿Darán el salto por fin? Brooklyn Nets han perdido a Paul Pierce y a su entrenador Jason Kidd, pero recuperan al lesionado Brook López. No parecen muy candidatos, pero con Lionel Hollins en el banquillo, todo es posible. Y el equipo de la capital, Washington Wizards (el destino elegido por Pierce), puede ser otro equipo que dé mucha guerra.

La nueva aventura de LeBron es apasionante desde el minuto uno. Todo el mundo del baloncesto tendrá su atención puesta en este reto, el más importante de su carrera profesional. Todo va sumando para que la cosa salga bien, si no el primer año el segundo. Será un equipo muy habitual en las retransmisiones televisivas y que tendrá la presión de tener que triunfar. El proyecto, con el añadido de Blatt, es muy atractivo. El técnico es estadounidense, pero lleva toda la vida en el baloncesto europeo, concretamente desde que se licenció en la Universidad de Princeton. Tiene también nacionalidad israelí y sólo ha ejercido como técnico en el Viejo Continente. Ahora vuelve a su país de nacimiento para intentar triunfar en la NBA. Eso sí, todavía hay que esperar dos meses para que arranque la temporada.

La imagen que acompaña a este artículo es de Keith Allison ©

bluebird Comunicación
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