La batalla de la Copa la ganó el Madrid

Los combatientes estaban citados a las 19:00 h del domingo en la pista del Gran Canaria Arena para librar una batalla impregnada con aires de revancha después de la canasta de Llull que decantó la victoria del lado blanco en Málaga 2014 en el último suspiro.

Tras la intentona de boicot al himno español por parte de la afición barcelonista que fue acallada por una sonora ovación del resto del pabellón en una fiesta en la que las cuestiones políticas no deberían salir a escena, se posicionaron los ejércitos y comenzó el duelo.

El equipo blanco golpeaba en los primeros compases de un partido que se antojaba igualado desde el inicio gracias a un buen comienzo en la pintura con unos Ayón y Felipe que superaban a los interiores azulgrana hasta que Tomic tomó la batuta del equipo barcelonés para invertir la tendencia y situarlo por encima en el marcador. Así, con la pelea decidiéndose en la pintura, una intensa defensa y la falta de acierto desde el perímetro por parte de ambos equipos, se llegaba al final de un primer cuarto con 21 a 18 favorable al Barça.

El segundo asalto comenzaba con un Barcelona más inspirado que delegaba el protagonismo en Tomic, y un Madrid transmitiendo malas sensaciones fundamentalmente por la reducción de la intensidad defensiva y la falta de ideas en ataque con un Llull que no levantó cabeza en todo el encuentro (-9 de valoración). Así, el marcador llegó a situarse 42 a 35, lo que hubiera supuesto un lastre importante para el equipo blanco de no ser por un brillante final de primera parte del MVP Rudy Fernández, que cuajó un partido excepcional aportando en todas las facetas y que ponía el luminoso en 42 a 41 en el último segundo.

Tras la reanudación, las sensaciones, la inercia, parecían seguir siendo favorables al equipo de la Ciudad Condal, pero Rudy, Noccioni y Maciulis se ponían el mono de trabajo y revirtieron la situación para situar el marcador en 57 a 64 al término del tercer asalto. Ahora el Madrid presentaba sus credenciales para optar a la victoria final con un Chapu que demostró en el día de hoy el porqué de su fichaje a pesar de la edad: carácter y garra, fuerza y espíritu, jugando con un tobillo visiblemente inflamado y aportando el plus de competitividad argentino en las finales.

Así las cosas, se llegaba a la última batalla, la que decidiría la guerra, con un Madrid por encima en el marcador y en el que jugadores del banco aportaban de forma significativa, mientras que el equipo azulgrana se mantenía a flote gracias a Tomic y esporádicas aportaciones de Doellman, Satoransky y Abrines tras la sorprendente decisión de Pascual de no contar con el prometedor Hezonja durante toda la segunda mitad. Se llegaba al último minuto con 71 a 73 y posesión para el Barcelona, que decidió prescindir de base (escasa aportación de Marcelinho) y utilizar a un Navarro venido a menos como base. Y en los momentos difíciles es donde aparecen las estrellas, y Rudy, Noccioni, y un Chacho al que no tembló el pulso con una bandeja que ponía el marcador 71 a 75, doblegaron a un Barcelona al que le superaron las circunstancias. Noccioni ponía el definitivo 71 a 77 en el marcador con dos tiros libres tras una falta de un Tomic colosal que hizo 40 de valoración.

El Real Madrid volvió a convertirse en campeón de la Copa del Rey por segundo año consecutivo, cosa que no lograba desde 1986, tras un intenso y bonito partido más por la emoción que por la brillantez del juego y el acierto.

Las claves de la victoria

  • Un partido completo de Rudy que ha destacado en una final en todas las facetas y asume el liderazgo que le corresponde por ficha y protagonismo.
  • La aportación de los Ayón, Maciulis y Noccioni, que hasta ahora no habían dado un paso al frente y se han coronado en la fiesta del baloncesto español.
  • La sangre fría del Chacho que apuntilló a falta de un suspiro con una penetración y una bandeja sensacionales.
  • Laso. El siempre cuestionado entrenador ha cambiado la planificación esta temporada y aunque el juego del equipo haya perdido la belleza que llenaba pabellones el año pasado, ha llegado al tramo importante de la temporada en un estado de forma óptimo y que marca trayectoria ascendente, al contrario de lo que sucedía la pasada temporada. Además de ello, el entrenador parece haber olvidado los cambios ortopédicos y ha ajustado las rotaciones en función de las necesidades del partido en lugar de hacerlo según la planificación previa. Muy significativa la bronca en un tiempo muerto pidiendo con carácter a sus jugadores que murieran en defensa.
  • Dependencia absoluta de Tomic en ataque por parte del Barcelona. Aparentemente es el equipo que mejor se había reforzado este verano, pero Doellman no aparece en momentos importantes y Pleiss ha pasado de ser el aspirante a convertirse en uno de los mejores pívots de Europa a un jugador normal.
  • Ausencia de Hezonja, que sólo participó 11:13 minutos por decisión técnica.
bluebird Comunicación
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