El fútbol se lo debía. Le debía este tercer Balón de Oro. Y posiblemente ahora, si la lógica hubiera imperado en 2010, ahora estaría empatado con Messi. Cristiano Ronaldo volvió a cubrirse de oro en una ocasión en la que apenas había dudas sobre quién ganaría el título de mejor futbolista de 2014.
Lo peor de la tarde fue la gala de la FIFA. Terrible. Absolutamente terrible. Y sin homenaje a Di Stefano. Una gala sin sustancia que se resume en sus últimos minutos par conocer quién es el mejor del planeta en esto de dar patadas al balón.
Y el mejor en 2014 fue Cristiano Ronaldo. Sin discusiones. Además sus acompañantes en el podio no eran quizás los más indicados para competirle por el curso pasado. Quizás Neuer sí. Pero Messi tenía la misma cara de circunstancias que tuvo cuando recogió el galardón al mejor futbolista del pasado Mundial.
Cristiano es una bestia en el terreno de juego con unos números asombrosos. Con el paso de los años ha sabido echarse al Real Madrid a sus espaldas. Y también a la selección portuguesa aunque el Mundial de Brasil lo jugó sin recuperarse de una lesión. Ronaldo se ha convertido en un líder.
Con todo esto, Cristiano Ronaldo alcanza su tercer Balón de Oro, segundo consecutivo, y se acerca a Messi para igualarle en cuatro. Una lucha sin cuartel por ser el mejor de dos futbolistas que ya son de otra dimensión. En los últimos años sólo sus nombres han sumado en el palmarés de este galardón.
Y más tranquilo que el año pasado, aunque muy emocionado, Cristiano subió junto a Blatter y ese mito del fútbol que es Henry para recoger su Balón. Su Balón de Oro.
Ahora viene 2015 por delante para demostrar quién es el mejor. Si hubiera que apostar, salvo lesiones, probablemente Cristiano Ronaldo y Messi vuelvan a estar entre los tres mejores del mundo el próximo mes de enero de 2016.
¡Ah! Sobre Neuer también señalar que si ni Buffon ni Casillas consiguieron este título individual, era complicado que el alemán lo consiguiera este año. Y no olvidar, por supuesto, el papelón del discutido Luis Enrique alabando a su pupilo y no tan amigo Messi. Muy divertido.
Y ahora… que ruede el balón.