Con el 14 a la espalda enfilando el área en el viejo Highbury. Llega hasta el pico del área, desplaza para hacerse hueco y latigazo. Gol. Fantástico gol. Una y otra vez los aficionados de los ‘gunners’ disfrutaron de la magia del mejor jugador que jamás ha vestido una camiseta: Thierry Henry.
Pronto todo el mundo supo que ‘Titi’ iba a ser grande. Real Madrid y Juventus se pelearon por él cuando apenas tenía 17 años y comenzaba a destacar en el Mónaco. Se fue a Italia y allí nada salió bien. Antes le dio tiempo a formar parte de la histórica Francia que ganó el Mundial en Saint Dennis.
Pero en Italia las cosas no marcharon bien y no se adaptó al Calcio. Allí apareció entonces Arsene Wenger para llevárselo al Arsenal. Y comenzó la leyenda. Un equipo histórico comandado por Henry consiguió gestas inimaginables en aquellos tiempos en la Premier.
Y goles. Uno tras otro. Y prácticamente todos bellos hasta convertirse en el máximo goleador histórico del Arsenal. Henry asustaba. Los defensas temían que les encarase. Nunca sabían por donde llegaría ese latigazo que normalmente tenía como objetivo la escuadra. Era un espectáculo.
Comandó al Arsenal a la final de la Champions League perdiendo con el Barcelona. Quizás un título internacional fue lo único que faltó a aquel poderoso Arsenal que tenía en Henry su pieza más letal. Así que abandonó su equipo del alma en busca de esa fortuna. Pero con dolor. Con muchísimo dolor.
Aterrizó en Barcelona con Guardiola. Y le costó adaptarse. Pero cuando lo hizo volvió a brillar como antaño acompañando a Messi en ataque. Y ahí sí consiguió su ansiada Copa de Europa. Pero su corazón seguía perteneciendo al Arsenal. Por siempre.
Después llegaría el New York Red Bull pero hubo un paréntesis. En enero de 2012 y por unos meses, Henry volvió a vestir la camiseta del Arsenal. Llevaba el 12 pero daba igual. Los hinchas ‘gunners’ estaban encantados y Henry muchísimo más. Y marcó en su retorno. Y lloró en su despedida.
Ahora se retira. Duele que se vaya un futbolista tan grande. Pero para la historia y el recuerdo quedarán sus goles. Sus mágicos goles. Y ese 14 blanco sobre el fondo rojo de la camiseta del Arsenal. Fantástico Henry.