Si hace ocho años por estas fechas nos dice un mensajero del futuro que en el año 2016 estaríamos debatiendo las posibilidades que España tenía de llevarse su tercera Eurocopa consecutiva, directamente habríamos tomado a ese señor por un loco. Y no tanto por decir que venía del futuro como por afirmar que España había ganado dos campeonatos continentales. Nada más y nada menos.
Pero en Viena en 2008, comandados por Luis Aragonés en el banco y Xavi Hernández en el terreno de juego, las cosas cambiaron. Esos dos entorchados europeos y el Mundial conseguido en Sudáfrica en 2010 convierten a España para siempre en una de esas selecciones favoritas para alzar el trofeo. Lo mismo pasa con Argentina y lleva sin ganar algo desde 1993.
Eso de ser favorito sobre el papel no siempre sienta bien y la derrota contra Georgia fue un aviso de que la aventura para revalidar el título no va a ser nada fácil. De hecho, con total seguridad, es la Euro con un favorito menos claro que podemos recordar. Son muchas las incógnitas que habrá que despejar en las próximas semanas hasta dar con el ganador de un torneo que siempre responde a las expectativas.
Ni siquiera Alemania, actual campeona del mundo, las tiene todas consigo. Los teutones llegan flojos y con muchas dudas en defensa. La ausencia de laterales reales puede suponer un problema si algún equipo decide encarar por las bandas. Y algunos de sus grandes puntales llegan en baja forma o han tenido un año irregular. Pese a todo, es la campeona del mundo y es Alemania: hay que contar con ellos siempre.
Y España, con la que hemos empezado el artículo, también genera esas dudas o más. El fracaso de Brasil aún colea al igual que la falta de gol. Las dudas en la portería siguen intactas y quizás el bloque no sea todo lo compacto que le gustaría a Del Bosque. Será muy difícil repetir pero a esta selección hay que exigirle, como mínimo, estar en cuartos de final con holgura.
Quizás la gran favorita, por el hecho de jugar en casa, sea Francia. Sin Benzema, eso sí, pero con un bloque espectacular con jugadores como Griezmann y Pogba. Y mucha atención a esa maravilla del Leicester llamado Kanté, una joya al corte que recuerda al mejor Makélélé. Son favoritos por derecho y por jugar en casa. Pero también por tener un auténtico equipazo.
Lo de Italia es una incógnita. Que un país con la tradición y el palmarés de Italia lleve a una Eurocopa a un portero de 38 años como principal referente es para pensárselo. Buffon comanda a un equipo impresionante en defensa pero que quizás sea el peor bloque que los italianos han llevado en su historia a una gran competición continental. Y encima no está el mago Pirlo.
Otros a los que hay que tener en cuenta es a los ingleses. Con menos expectativas que nunca después de ir de fracaso en fracaso, Inglaterra se presenta con un bloque muy interesante y con mucho, mucho, muchísimo gol. Vardy y Kane son garantía de goles y van a estar muy bien acompañados. Pero siempre les ha faltado ese toque de suerte que se necesita en los grandes eventos. Quizás sea el momento.
Son la gran esperanza del fútbol europeo. Y podría ser su torneo. Claro que también se decía lo mismo de Bélgica en el Mundial de Brasil y el batacazo fue enorme. Pero los belgas tienen un equipazo línea por línea capaz de todo en Francia. La mejor generación de la historia está liderada por un Hazard que buscará, con total seguridad, resarcirse de su mal año en Bélgica.
Y esto de analizar a los favoritos a la Euro, a falta de Holanda, lo cerramos con uno de los clásicos aspirantes: Portugal. Aún escuece a los lusos lo de 2004 y llegan a una nueva Eurocopa ilusionados por la figura imponente de Cristiano Ronaldo. Pero no tienen mucho más. O nada más. Los portugueses dependen del todo de la inspiración de CR7 y en él basan todas sus expectativas en la Eurocopa.
¿Sorpresas? Pues es difícil pero después de lo de Grecia nada es imposible en este torneo. También hay que tener en cuenta que se abre una nueva etapa al ser 24 selecciones las participantes. Por eso vamos a nombrar a algunas más que, sin ser favoritas, pueden tener su momento.
Empezamos por Croacia, que llega con una gran generación de futbolistas y están comandados por uno de los mejores duetos de centrocampistas del mundo: Modric y Rakitic. No perdamos de vista tampoco a una Rusia que llega con un bloque compacto y sin estrellas pero con su Mundial a la vuelta de la esquina y ganas de seguir creciendo.
No nos vamos a dejar a la Suecia de un Ibrahimovic que llega más chulo que nunca. A una Gales que dependerá de la inspiración de un astro como Bale. Y a una debilidad que no va a ganar la Euro pero que se merece llegar muy lejos: Albania.
Ahora, como siempre en esto del fútbol, tiene que rodar el balón, llegar los goles y ver qué selección se corona campeona de Europa el próximo 10 de julio en París.
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