Pues ya no están. Se fueron. Normalmente, en el verano futbolístico, el Real Madrid suele ser protagonista del mercado de fichajes por sus contrataciones y sus contrataciones eternas hasta el último minuto. Pero últimamente está siendo diferente. Primero Özil el pasado año y en esta ocasión han sido Di María y Xabi Alonso los que han abandonado la disciplina blanca.
No fue traumática la salida de Özil y tampoco lo serán las de Alonso y Di María. Primero porque el Madrid tiene calidad de sobra para tapar sus ausencias y, segundo, porque las últimas temporadas de ambos futbolistas han sido más bien mediocres. Y me explico porque algunos se echarán las manos a la cabeza.
Vamos primero con Xabi Alonso. Un fantástico futbolista. Un metrónomo de esto del balón. Pero el bajón físico y de posicionamiento era evidente. La llegada de Kroos y la posibilidad de dar minutos a Illarramendi hace que su salida sea incluso beneficiosa para el Madrid a medio plazo.
En el caso de Di María duele incluso menos. Primero porque él ha querido irse del Madrid por dinero yéndose a un equipo que actualmente pena por la Premier League y no juega este año la Liga de Campeones. Y segundo, pese a que ha sido uno de los más en forma en los últimos meses, hay que recordar su penoso inicio de campaña pasada y sus poco notables temporadas con Mourinho. Además de su irregularidad.
Parece que en el fútbol sólo hay memoria con algunos futbolistas. Con otros se olvida. Y Di María no ha sido un jugador regular en el Madrid. Al igual que no lo era Özil.
Por supuesto que ojalá hubiera seguido Di María. Es un jugador de equipo más que necesario siempre. Pero no hay que rasgarse las vestiduras por una ausencia que se paliará de una u otra manera. Quizás prime la creatividad de Isco o el juego de James. Lo que está claro es que la permanencia o ausencia de Di María no implica nada para el Real Madrid a efectos prácticos.
La cuestión está en la manera de irse. Uno se va como un señor y otro como un mercenario. Uno se va a un equipo ganador y otro a uno perdedor a cambio de muchísimo dinero. Dinero que no le correspondía ganar en el Real Madrid por mucho que algunos lo pidan. ¿Merece Di María ganar más que Sergio Ramos? ¿Quién sería Di María si no lo hubiera fichado el Real Madrid?
Mientras Xabi Alonso se ha ido a seguir disfrutando del fútbol a una nueva competición en un equipo gigantesco donde podrá impartir lecciones de fútbol y continuar su aprendizaje para ser entrenador: Benítez, Mourinho, Pellegrini, Ancelotti y ahora Guardiola han sido algunos de sus maestros. Y Xabi tiene trazas de entrenador.
Así que mientras unos se rasgarán las vestiduras, la vida sigue y otros fichan jugadores desconocidos de Brasil o centrales que no tienen nivel para jugar en Champions League. Lo importante es que cada uno ha descubierto sus cartas, saliendo Di María por la puerta de atrás y Xabi Alonso como un señor del estadio Santiago Bernabeu. Y eso es lo que quedará para la historia.
Por cierto, ambos debutaron de blanco en sus equipos.