«Dedicación, dedicación y más dedicación. Esa es la clave»

Hace poco más de una semana España conseguía tener un nuevo campeón del mundo en una disciplina deportiva. Sin embargo, pocos fueron los medios que se hicieron eco de la noticia y, en la mayoría de los casos, la situaron en un lugar periférico en el escalafón de importancia, lejos de portadas o inicios de informativos. Pero en Murray Magazine creemos que no todo ha de ser fútbol, sino que es importante dar difusión a nuestros grandes campeones. Es por ello que contactamos con Maikel Melero, quien ha revalidado en Sofía el título mundial de Freestyle Motocross (FMX), tras ganarlo también en 2014, para charlar con él y tener información de primera mano sobre su reciente triunfo, conseguir el bicampeonato, sus inicios y cómo se plantea el futuro.

Ante todo, muchas gracias por recibirnos, Maikel. Acabas de llegar a España e imagino que todavía estarás cansado física y mentalmente tras haber consumado la remontada y conseguir tu segundo título.

La verdad es que ha sido un año largo, pero al final he podido conseguirlo. No era fácil, pero gané las últimas jornadas y mi rival por suerte no pudo alcanzar ese nivel, así que le recorté los puntos que necesitaba.

En la última prueba ambos os jugabais el todo por el todo. ¿Cómo te encontrabas y qué expectativas tenías?

En estas situaciones siempre hay dudas. Mi rival iba muy fuerte y yo sabía que se iba a decidir todo en la última ronda. Lo cierto es que yo me encontraba supertranquilo, porque había entrenado muchísimo en casa y lo único que tenía que hacer era mi ronda lo mejor posible. Una vez hecha, el resultado ya no dependía de mí, sino del jurado y la puntuación que nos diera a cada uno. No tenía nada claro que fuera a ganar yo, porque nunca se sabe, pero lo que sí estaba era completamente centrado en hacer mi trabajo bien y poner todas las cartas sobre la mesa.

Imagino por lo que dices que habrías preparado cada salto al más mínimo detalle.

Sí, sí. Es más, hice la misma ronda con la que gané en Polonia, pero mejorada. Es una ronda que entrené en casa muchísimas veces para conseguir perfeccionarla lo más posible y obtener la máxima puntuación. Por mi parte, estaba seguro de que si conseguía mi objetivo, mi rival no iba a llegar a superarme. Pero claro, siempre tienes las dudas del jurado, por lo que sólo queda entrenar lo más posible.

Situémonos justo en el momento previo a la última ronda. ¿Qué sentimientos y sensaciones pasaban por tu cabeza?

En ese momento yo estaba en el callejón. Intentaba no mirar casi nada, simplemente repetirme a mí mismo que iba a hacerlo bien. Traté de hacerme ver como si no fuera la última vez que iba a salir a saltar, como si fuera una clasificatoria o una ronda más de entrenos, para estar más tranquilo. Más tarde, cuando terminé el evento y recordé, pensé en el poder que tiene la mente, cómo se pueden calmar los nervios y hacer subir la confianza manteniendo el control de lo que estás pensando.

Coges tu moto, saltas, el jurado delivera y finalmente te nombra vencedor. ¿Cómo es ese momento?

Cuando terminé mi ronda ya sabía que tenía muchas opciones de ganar. Pero son momentos especiales, cuando ya se supo que según el jurado había hecho mejor puntuación directamente me tumbé en el suelo y di un grito fuerte, que es lo que me salió de dentro.

Con ese grito liberarías el estrés de las últimas semanas, pues ha sido un campeonato muy difícil. Dos jornadas antes estabas por detrás y no dependías sólo de ti mismo. ¿En ese momento eras consciente de que podías ganar el título?

Entonces lo veía muy lejano. Sí que sabía que no era imposible, porque los números estaban ahí, pero claro, era muy difícil, necesitaba aprovechar algún fallo. Pero por suerte él hizo una mala ronda en Polonia, eso me dio opciones de luchar cara a cara en la última prueba, y al final aunque estuvo a tope no alcanzó el nivel para ganarme.

El hecho es que ahora eres bicampeón del mundo. ¿Cómo te sientes? ¿Qué diferencias hay entre ambos títulos?

La ilusión y la felicidad es la misma, y la verdad es que después de todo el trabajo que he hecho durante el último año, volver a conseguir el título es un regalo que cae del cielo que me da una motivación enorme para seguir así. La diferencia es sobre todo que el año pasado estuve muy nervioso y el día del evento no lo disfruté de la misma manera, mientras que este año estaba mucho más tranquilo. Creo que la experiencia me ha ayudado bastante para disfrutar y vivir más el día de la prueba, e incluso pienso que es una de las razones que me ha hecho saltar mejor.

Terminamos el 2015 y el palmarés de Maikel Melero dice que has ganado dos títulos mundiales. Pero retrocedamos en el tiempo. ¿Cómo fueron tus inicios? ¿En qué momento una persona normal comienza a hacer saltos imposibles con una moto?

En mi caso, llevo corriendo motocross desde que tenía diez años. Me regalaron mi primera moto y corrí en los campeonatos que había en Andalucía y el resto de España, hasta que tuve los 16 y entonces probé el freestyle. Me encantó, y terminé dejando atrás las carreras. Fue así como empecé a saltar. En el momento del cambio influyó que este deporte empezaba a ser popular en España, yo comencé a interesarme por él y vi que amigos míos que se habían cambiado de modalidad podían vivir de esto, así que di el paso. Además, me encantaba saltar, mucho más que correr, y a raíz de ahí, a base de muchísimo entrenamiento, logré dedicarme a ello.

No hay duda de que la tuya es una profesión peligrosa. Cualquiera que vea una competición puede dase cuenta de los riesgos que corréis en cada salto, y sorprende que a tan corta edad se consiga ese control de la moto como para pensar en vivir del freestyle.

Sí, lo entiendo. Está claro que la gente desde fuera ve más el peligro que los propios pilotos. Yo realmente a la hora de saltar no pienso en ello, pero sí, es un deporte de mucho riesgo y hay que estar concienciado de que siempre puede pasarte algo. Intento no pensar nunca en las lesiones, pero están a la orden del día y al más mínimo fallo te haces daño, pero merece la pena el riesgo para disfrutar de este deporte.

Si te encontraras a jóvenes que quisieran iniciarse en el mundo del freestyle, ¿qué les aconsejarías?

En primer lugar, han de tener paciencia. Lo primero no es llegar y saltar en la rampa. Si quieren hacer freestyle es bueno hacer mucho motocross y supercross para controlar la moto como si fuera una parte de ti, y luego, como todo, dedicación y trabajo a tope. Dedicación, dedicación, y más dedicación. Esa es la clave.

¿Qué dirías que es lo mejor de tu profesión? ¿Y algo que no sea tan bueno?

Lo mejor es, sobre todo, cuando ganas, poder vivir de lo que te gusta y lo que uno aprende como persona, cómo crece al conocer tantas culturas diferentes. También hace mucha ilusión la cara de los niños cuando van a pedirte un autógrafo. Viajar tiene cosas buenas al igual que malas. Como he dicho, ves muchos países y culturas, con todo lo bueno que conlleva, pero también están las horas que pierdes en los aeropuertos, en el trayecto, el llegar a otro país y sin apenas descansar tener que jugarte la vida, son cosas que la gente no ve. Hay muchísimo sacrificio que pasa desapercibido. En las redes sociales, por ejemplo, al ver las fotografías todo parece bueno, pero para estar en esos sitios hay que pasar muchas horas esperando en aeropuertos, por ejemplo, sentado en la silla y viendo el reloj que parece que no se mueve.

Supongo que en un deporte como el tuyo la función de los patrocinadores será importante.

Sí, ahora que estoy en los mejores años, los patrocinadores apoyan más, no es como cuando empecé, y sí que los sponsors van creciendo. Pero para nosotros casi toda nuestra economía se basa en trabajar en los eventos. Para que te hagas una idea, el freestyle es algo así como el toreo, te llama un promotor, vas a saltar, te paga tu caché y ya está. Luego, por ejemplo, en el campeonato del mundo tenemos un pago inicial por el hecho de salir, y ya vas ganando más en función de los premios y las posiciones.

En el plano personal, también te ha cambiado la vida en los últimos tiempos con tu paternidad. ¿En qué piensas que te ha influido este hecho?

Para mí ha cambiado a mejor. Creo que cuando tienes una pareja con la que estás a gusto y viene un niño, lo que te llena no se puede explicar. Sí que es un enorme esfuerzo para su madre, porque estoy mucho tiempo fuera de casa, aunque cuando llego intento ayudar y disfrutar de mi familia todo lo que puedo. Pero creo que el ser padre me ha ayudado también en mi trabajo porque ya no es solamente pensar en la moto, estar todo el día por y para la moto, sino que una vez que me quito el casco y entro en casa, al centrarme en el niño y mi familia logro desconectar. Reseteas un poco, es como tener dos vidas: una encima de la moto y otra como padre normal.

Antes de terminar, me gustaría dejar algo de lado el freestyle y preguntarte por otra competición del mundo de las motos. Hace un par de meses todo el mundo hablaba de la situación de carrera que ocurrió entre Rossi y Márquez, creándose mucha polémica en torno a ella y el campeonato del mundo de Moto GP. Como profesional del motor, ¿qué opinas sobre ello?

Bueno, mi opinión es que Rossi se equivocó. Está claro que no tenía que haber soltado el pie para el lado, pero bueno, son cosas de carrera, que cuando estás con esos nervios y te estás jugando un mundial pueden suceder. Quizás al acabar la carrera debía de haber pedido disculpas y ahí quedaba todo, pero no montar todo aquel lío. Creo que ahí se equivocó un poco, pero también entiendo a Rossi. Se jugaba el título, llevaba mucho tiempo queriendo ganar un campeonato que se le ponía cada vez más difícil porque Lorenzo estaba fuerte y le había recortado puntos, y él tenía la oportunidad de ser campeón. Por eso, en parte entiendo la situación, pero sí que se equivocó.

Finalmente, háblanos de tu futuro, tus nuevas metas, tu descanso ahora y, sobre todo, dinos cuál crees que puede ser tu techo.

Mi techo es volver a ganar el campeonato otra vez, todas las veces que pueda hasta que me retire, y me gustaría ganar alguna medalla de oro en los X Games, que son una prueba muy importante que hacen en Estados Unidos. También me gustaría ganar alguna vez el Red Bull X-Fighters antes de retirarme. En cuanto al descanso, poco me queda, porque en enero empezamos otra vez el mundial, y el día 26 de diciembre tengo otra exhibición en Bilbao. Intentaré estar con la familia lo más posible estos días, pero no puedo desconectar mucho de la moto porque es mi vida y, en realidad, creo que tampoco sé estar mucho sin ella.

Nos despedimos de Maikel agradeciéndole su tiempo, mientras él se dispone a atender a su hijo. Sin duda, ha sido todo un placer hablar con un bicampeón del mundo con tanta naturalidad y sencillez, un deportista cuyos ejes en su vida son la moto y la familia. Si queréis disfrutar de él, la siguiente cita la tenéis en Bilbao el próximo 26 de diciembre.

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.