Crónicas tras la Décima – A octavos con la ansiedad de Cristiano

Partido de transición en el Bernabéu entre el Real Madrid y un Liverpool que dejó claras sus intenciones con su once inicial plagado de suplentes. Ni siquiera el fantástico Gerrard fue de la partida, por lo que los de Rodgers no tenían demasiadas ganas de disputar de tú a tú un partido que, a priori, era imposible para los Reds.

El Real Madrid sacó su once de gala porque esto es la Champions League. La Copa de Europa es la competición de los madridistas y los de Ancelotti no entienden de eso de guardar cartas. Ante el Liverpool había que clasificarse y así se hizo. Con sólo cuatro partidos disputados, los blancos cierran su pase a octavos de final dando un golpe sobre la mesa.

Quizás no fue el partido esperado por los aficionados que acudieron al Bernabéu con la esperanza de ver al Madrid arrasar. Los locales se limitaron a controlar el partido y a asediar la portería de Mignolet en cuanto tenían ocasión. Pero sin el acierto de encuentros anteriores. Fue un zarpazo de Benzema el que finalmente otorgó los tres puntos al Real Madrid.

Así fueron pasando los minutos y, en vista que la goleada no llegaba y el Liverpool no representaba peligro alguno para la meta de Casillas, los blancos fueron bajando el ritmo para no forzar demasiado la máquina tras un mes cargado de partidos importantes. Los tres puntos parecían asegurados desde el minuto uno y no era el encuentro para hacer locuras.

Y Cristiano sigue sin marcar su gol 71 y dar caza a Raúl. Ha entrado el portugués en una de esas fases que le llega cuando no consigue sus objetivos: la ansiedad. Estaba demasiado acelerado y quería estar en todas, llegando a molestarse con algún compañero en algún ataque. La tuvo de falta pero no llegó el gol. Llegará Cristiano. Llegará…

También tuvo una buena ocasión James que no tuvo esta ocasión el punto de mira acertado. Cada día está el colombiano más acoplado al Real Madrid y sigue haciendo grandes sacrificios en defensa. Al igual que Isco, que ayer parecía más acelerado que otros días, pero volvió a cumplir en su labor en el centro del campo ayudando al equipo y siendo un gran acompañante de esos dos titanes que son Kroos y Modric.

Volvió Gareth Bale. Las dudas sobre el galés son, en ocasiones, bastante ridículas. Bale es titularísimo siempre. Lo que aporta a este equipo es algo siempre diferente. Y no se le notó para nada la lesión: fue un puñal en los minutos que estuvo sobre el campo y tuvo varias ocasiones para marcar. La pregunta es saber cuándo Ancelotti le situará en la banda izquierda para terminar de convertirlo en un arma de ataque definitiva.

Y ya está el Madrid en octavos de final. El campeón de Europa asegura la clasificación y puede destinar los siguientes dos partidos de la competición a dosificar jugadores y dar minutos a los que juegan menos habitualmente. Lo necesitará de cara a un inicio de 2015 que promete tener una rampa de lanzamiento durísima para que los equipos lleguen en plenitud de facultades al tramo decisivo de la temporada.

Y Cristiano marcará ese gol 71. Y el 72, 73, 74 y 75. Debe huir de esa ansiedad brutal que le llega en este tipo de circunstancias.

bluebird Comunicación
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