Avanza la fase de grupos sin mucha más emoción que saber si alguno de los favoritos queda fuera del esperadísimo sorteo de diciembre. Ni más ni menos. De momento, el único que cumple con esa premisa es el Arsenal de Wenger, que tiene muy complicada su clasificación para octavos.
Los londinenses, colíderes en la Premier League, salieron escaldados de su visita al Bayern de Guardiola. Los alemanes demostraron que lo de la jornada anterior en el Emirates fue una simple anécdota y golearon a un Arsenal que no sabían atajar el vendaval alemán en ningún momento. Ahora tienen que ganar los dos próximos partidos sí o sí y a ver que pasa.
En el resto de los grupos no hay sorpresas mayúsculas, aunque el Valencia, que podría haberse dejado atada la clasificación derrotando al Gante, se complicó muchísimo las cosas al perder por la mínima ante un equipo muy inferior. Ahora la distancia que les separa es de dos puntos con el Zenit ya clasificado para la siguiente fase.
Lo del Sevilla es la crónica de una muerte anunciada. No tuvieron suerte los andaluces en el sorteo y el paso de las jornadas se ha encargado de demostrar lo dura que es la realidad. Los de Emery tienen muy difícil la clasificación pero tienen que pelear por el tercer puesto para asegurar la clasificación a la UEFA League. Les vino bien el empate entre Juventus y Borussia, mientras ellos sufrían en sus carnes un ciclón en ataque llamado Manchester City.
Aunque todos los titulares en prensa han jugado con el frío de Astana, la verdad es que quizás al Atlético le faltó algo de motivación en un viaje ciertamente exótico en esta Champions. Bien harían los de Simeone en no relajarse porque tienen al Galatasaray sólo a tres puntos y los turcos nunca dan su brazo a torcer en la Champions.
Se clasificó el Madrid para octavos de final pero eso no es noticia. La noticia son las formas. Críticas, críticas y más críticas ante el juego rácano y ramplón de un conjunto blanco que se encontró con un gol de Nacho. Mereció mucho más el PSG. En realidad los franceses merecieron todo: conquistar el Bernabéu, los tres puntos y la clasificación matemática para octavos, pero el fútbol es traicionero en ocasiones y fue el equipo de Benítez quien se alzó con la victoria.
Mientras Luis Suárez y Neymar sigan funcionando nadie echará de menos a Messi. La historia es si brasileño y uruguayo seguirán igual cuando vuelva el argentino. Partido sencillo frente al BATE que sirve para asegurar prácticamente la clasificación para los octavos de final de los azulgranas.
En otro orden de cosas, en esta cuarta jornada vimos al United vencer al CSKA, al Oporto de Casillas casi asegurar su clasificación para la siguiente fase o a la Roma conseguir una victoria vital para seguir con vida.
El último capítulo de esta crónica lo dejamos para el Chelsea de Mourinho. Necesitaban respirar los blues y todo parecía encaminarse a ello cuando a diez minutos del final, Dragovic solucionaba su gol en propia puerta en el primer tiempo y ponía el empate en el marcador. Un empate habría sido la gran debacle para Mou. Pero ahí estuvo Williams, el jugador más en forma del Chelsea, para marcar, amarrar la victoria y hacer que el portugués se desahogue algo, al menos en Champions League.
Fotografía: Andy Nugent ©
