De los resultados de los equipos españoles en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League podemos decir varias cosas. De dos de ellos podemos hablar del deber cumplido. Y de los otros dos podemos hacer una pequeña distinción entre el ridículo y el repaso.
Empezamos por los del repaso
Y es que el Barcelona de Luis Enrique quizás se presentó en Manchester con ideas preconcebidas de lo que iba a pasar. Después de lo sucedido en el Camp Nou todo parecía indicar que el paseo de los chicos de Messi sería inolvidable. Pero el Manchester City, uno de los equipos más caros de la historia del fútbol, dio en esta ocasión la de cal.
Los de Guardiola destrozaron en unos buenos minutos de la segunda parte a un Barça que se las prometía muy felices al principio del encuentro. Messi marcó pronto, pero los citizen reaccionaron, dieron la vuelta al marcador y dijeron al mundo como derrotar a un equipo que no pasa por un buen momento de juego. Y por supuesto no vamos a olvidarnos del problema defensivo que tienen los blaugranas, que hace estéril cualquier esfuerzo en ataque.
Turno ahora para los del ridículo
Eso fue lo que hizo el Madrid en Varsovia. ¿Cómo es posible que un partido que tenía que haber acabado en una goleada por cuatro o cinco goles acabe en empate a tres? Ahora hablarán de las condiciones del encuentro, pero lo cierto es que los de Zidane se tomaron como un entrenamiento un partido que podía haber dejado sellada su clasificación para los octavos de final.
Los polacos remontaron una ventaja madridista de dos goles para ponerse por delante en el marcador. Menos mal que apareció por ahí Kovacic, uno de los mejores jugadores del encuentro, para poner un empate que alivia algo al equipo madridista. Un encuentro sin ritmo, sin ganas y sin fútbol que el equipo entrenado por Zidane optó por despreciar una vez que pusieron tierra de por medio y se dedicaron a verlas venir. Lamentable.
Atlético y Sevilla siguen caminando firmes
Los de Simeone ya están en octavos de final de la Champions League y se confirman como, probablemente, el equipo más en forma de la competición. Victoria trabajada ante un rocoso Rostov que sólo pudo certificarse en el último minuto de un encuentro muy disputado en el Calderón.
Griezmann volvió a disfrazarse de superhéroe para hacer un doblete y conseguir tres puntos que valen un pase a cuartos de final. Y no fue fácil ante el entramado defensivo dispuesto por el correoso equipo ruso. En el minuto 93, el segundo gol del crack francés certificaba la victoria, la clasificación y el idilio que los colchoneros mantienen con la Copa de Europa desde que aterrizó en el banquillo el ‘Cholo’ Simeone.
Goleada sevillista ante un flojo Dinamo Zagreb que, pese a todo, no sirvió para certificar la anhelada presencia en octavos de final de la Chamions League después del empate del Olympique frente a la Juventus. Pero tiene pinta de que, este año sí, los hispalenses conseguirán avanzar a las eliminatorias de la máxima competición continental.
Vietto abrió el marcador y los posteriores goles de Escudero, N’Zonzi y Ben Yedder sirvieron para destrozar a los croatas, que prácticamente acudieron al Pizjuán para cubrir el expediente. Continúan los chicos de Sampaoli como líderes de su grupo y únicamente un punto les separa del sueño de convertirte en equipo de octavos de final.
El sopor de la fase de grupos se acerca al final
Sólo quedan dos jornadas de esta clásica y aburrida fase de grupos que no sirve más que para amasar dinero y perder el tiempo. Queda menos para que lleguen las eliminatorias que allá por el mes de febrero devolverán el esplendor y el romanticismo a una competición que sólo vuelve a ser lo que siempre ha sido en las rondas decisivas.
Y en esta cuarta jornada destacar las victorias de Arsenal, PSG, Bayern, Dortmund y Oporto, que cumplieron con su parte. Aunque no podemos olvidar los tropiezos del Tottenham en casa frente a un crecido Leverkusen y los sorprendentes empates de la Juventus en casa frente al Lyon y del Leicester en su visita a Copenhague.
