Champions League en Murray Magazine: Sorpresas y correctivos

Sorpresas te da la vida. Todo parecía ir siguiendo el guion previsto en Munich cuando Vidal adelantó al Bayern frente a un Madrid que, pese a ir encadenando victorias, llegaba con algunas dudas a un choque crucial para el devenir de la temporada. Y, cuando casi nadie lo esperaba, los de Zidane sacaron ese algo especial que tienen en Champions League para dar la vuelta al marcador y asaltar el Allianz Arena.

A eso hay que sumar que el propio Vidal falló un penalti al filo del descanso que podría haber sido totalmente definitivo. El chileno lo mandó a las nubes y todo cambió. Tras el intermedio, los blancos salieron con otra mentalidad y el devenir del encuentro comenzó a volcarse hacia sus intereses. Además, la entrada de Asensio por Bale dio al Madrid la superioridad necesaria en el centro del campo que consiguió arrinconar a los alemanes, incapaces de contener a los de Zidane.

Un doblete de Cristiano sirvió para certificar la remontada ante un Bayern que se quedó con uno menos tras la expulsión de Javi Martínez por doble amarilla. Solamente un magnífico Neuer, con buenas paradas y una mano antológica, ayudó a mantener a los bávaros con opciones de cara al partido de vuelta. Es evidente que, al final de todo, la sensación agridulce se apoderó de los futbolistas madridistas.

El correctivo le llegó al Barça. Duro fue lo que le sucedió a los de Luis Enrique hace unas semanas contra el PSG en París. Luego vino la remontada y pareció que todo se arreglaba. La Juventus se encargó en Turín de demostrar que las cosas no están bien en Barcelona y, tiene pinta, de que en esta ocasión lo de darle la vuelta a la eliminatoria no va a ser tan sencillo.

Los italianos se plantaron de maravilla sobre el terreno de juego comandados por Pjanic y con un Dybala letal. Varios zarpazos ayudaron a que los de Luis Enrique fueran incapaces de hacer el más mínimo daño a los italianos. Además, cada acción en ataque de los azulgranas era contrarrestada por un magnífico poderío defensivo sustentado en una dupla de centrales como Chiellini o Bonucci, con Buffon al mando.

Luis Enrique no acertó en casi nada, ni en el planteamiento inicial ni en los cambios. Todo saltó por los aires cuando dio entrada a un André Gomes que hace mucho mal al Barcelona por la indecisión que demuestra en el campo. Pero el técnico asturiano tiene fe ciega en él por mucho que sea incomprensible para la parroquia blaugrana. Ahora toca agarrarse a la esperanza de un milagro que, en esta ocasión, parece poco factible por la consistencia del rival.

Por su parte, el Atlético de Madrid debería aprender de los errores cometidos por el Sevilla en octavos y no confiarse de su pírrica victoria conseguida frente al Leicester. Victoria de penalti que no lo era frente a un equipo que no se encontró a gusto en ningún momento sobre el césped del Calderón. Los de Simeone se encontraron bien pero no fueron capaces de conseguir más goles que tranquilizaran las cosas de cara a la vuelta.

Fue Griezmann el encargado de anotar desde los once metros, batir a Schmeichel y llevar la alegría a la grada de un Vicente Calderón vestido de gala para la ocasión. Los ingleses se dedicaron a buscar a un Vardy que se dedicó a pelear, mientras sus compañeros se afanaban en labores defensivas a la espera de que sonara la flauta en alguna de sus incursiones ofensivas.

En el segundo tiempo más de lo mismo, con dominio colchonero y más peligro con la entrada de Correa. La sensación no debe ser del todo positiva para los rojiblancos ya que merecieron conseguir un resultado más holgado para que el partido de vuelta fuera un trámite. Toca aplicarse en la visita al Reino Unido.

El partido de cuartos sin equipos españoles estuvo marcado, por encima de todo, por la situación de un jugador español. Las explosiones que sacudieron el autobús del Borussia Dortmund y que causaron heridas a Marc Bartra marcaron este encuentro que no pudo disputarse el martes y tuvo que retrasarse 24 horas para celebrarse justo antes de los enfrentamientos del miércoles.

En lo puramente futbolístico, saltó la sorpresa con el gran resultado que consiguió un Mónaco que estuvo comendado por uno de los futbolistas de moda. Los dos goles conseguidos por Mbappé ponen todo de cara para los del Principado, mientras que los alemanes tendrán que apelar a la heroica en el partido de vuelta. Por cierto, inolvidable la asistencia de Aubameyang a Kagawa antes del tanto de Dembele.

bluebird Comunicación
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