En el año 1996 todavía coleaba el éxito del ‘Dream Team’ de baloncesto en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Se habla de ellos como el mejor equipo de la historia del deporte de la canasta. Pero fue superado por uno que sólo jugó un partido: los ‘Tune Squad’. Michael Jordan, Bugs Bunny y Bill Murray impartieron una lección histórica de baloncesto.
Un partido terriblemente complicado contra los ‘Monstars’ que habían conseguido los poderes de Barkley, Ewing, Bogues, Larry Johnson y Bradley a través de las malas artes. El objetivo era esclavizar a los Looney Tunes y encadenar a Michael Jordan como una de las principales atracciones de ‘Tontolandia’.
Un partido difícil en el que Michael Jordan no lograba hacer carburar al Pato Lucas y a Silvestre, mientras Piolín se veía completamente desbordado por la agresividad de los ‘Monstars’. El demonio de Tasmania lo intentaba con su velocidad y el Coyote se dedicaba más a buscar al Correcaminos que de preocuparse de los rivales.
El líquido de ‘La fórmula secreta de Michael Jordan’, el buen juego de Bugs Bunny y la entrada de Lola Bunny dio oxígeno a los ‘Tune Squad’ pero los ‘Monstars’ seguían delante en el marcador aunque las diferencias eran cada vez más ajustadas. Se avecinaba un final de partido apretado.
Y entonces llegó él, Bill Murray, para completar el equipo de los ‘Tune Squad’ que estaba debajo en el marcador. Quería demostrar a todo el mundo, especialmente a Larry Bird, que él había triunfado en el baloncesto de habérselo propuesto. Y menuda manera de triunfar.
La entrada de Murray a la cancha otorgó frescura a los lunáticos y cogió las riendas del equipo desde la posición del base. Desarboló a varios rivales, dio la pelota a Michael Jordan que se la pasó a Lola Bunny. Luego Lucas perdió la bola pero Bugs la recuperó volviendo a manos de Bill Murray.
Entonces hizo magia. Vio que Michael Jordan estaba en una clara situación de tiro fácil y le dio una asistencia que pasará a la historia del baloncesto. Luego Michael Jordan hizo un mate desde prácticamente el centro del campo alargando el brazo pero todo gracias a la espectacular asistencia de Bill Murray. Y Jordan anotó.
Y acabó el partido. Espectacular victoria y remontada de los ‘Tune Squad’ contra los ‘Monstars’ por 78-77. Bill Murray demostraba a todo el mundo que podía perfectamente haberse dedicado al baloncesto. Pero quiso dejarlo en la cima. En lo más alto. Así son los grandes jugadores: humildes hasta en las grandes victorias.
Quizás, en ese momento al lado de Larry Bird, viendo a los Chicago Bulls, se arrepintió de no haberse volcado con su entrada triunfal a las canchas. Nunca lo sabremos.