Gracias Periscopia

Hace cinco años, un grupo de locos nos reunimos en una casa de Pozoblanco porque nos iban a contar algo. Esos mismos locos que habían hecho teatros y pasacalles durante muchos años teníamos sobre la mesa la propuesta de hacer un festival. Pero que fuera diferente y único. Hablamos y hablamos durante horas. De los primeros esbozos ya salió un nombre: Periscopia.

Hoy, 3 de julio de 2014, a sólo unos metros de donde nació la idea y junto a la misma persona con la que escribí las primeras líneas de Periscopia, he redactado un comunicado para anunciar su adiós a las calles de Pozoblanco. Este verano, las mismas calles que lo esperaban no se convertirán en un escenario gigante para mostrar teatro, música, danza… Este verano no habrá Periscopia.

¿Y por qué no habrá Periscopia? Son muchas las respuestas posibles a esta pregunta. Demasiadas. Durante las cuatro primeras ediciones hemos intentado desde La Casa de los Monos hacer todo lo posible por Pozoblanco. Queremos a este pueblo y queríamos que este proyecto fuera su imagen, su marca… Queríamos que viniera gente, que se moviera público en bares y restaurantes, que se notara en las tiendas. ¡Queríamos vida! ¡Queríamos hacer crecer a Pozoblanco de la mano del Periscopia!

Ahora las preguntas quizás sería las siguientes: ¿Por qué no nos han dejado hacerlo? ¿Por qué tantas trabas? ¿Por qué tantos problemas? ¿Por qué tantas críticas? ¿Por qué tantos límites a un sueño que debería ser común para todos?

A lo largo de mi vida he podido comprobar como en otras ciudades se volcaban con su evento del verano. Ciudades más pequeñas que Pozoblanco, algunas incluso muy cercanas. Todo el pueblo a una: Ayuntamiento, empresarios, ciudadanos, colectivos… porque eso era bueno para ellos. Porque repercutía en todos. ¿Por qué en Pozoblanco esto no ha sido nunca posible? ¿Por qué poner obstáculos a aquellos que sólo ponían su ilusión en algo para hacer grande y conocido a toda una ciudad?

Es probable que me quede sin respuestas a todas y cada una de mis preguntas. Seguro que me responde mucha gente pero no los que tienen que responderme. Y no, esto no es una decisión política. Ni siquiera es un calentón. Es frustración por parte de mucha gente que lleva años echando muchas horas para hacer posible algo de la magnitud de Periscopia. Y esas horas han sido gratuitas. Desde la primera hasta la última.

Y así estamos. Quedaba menos de un mes para alzar un telón que nunca será alzado. Un telón construido año a año a base de trabajo e ilusión. Un telón que se ha sentido sólo y para lo único que quería alzarse era para hacer feliz a mucha gente y pintar de un color diferente a Pozoblanco durante tres días. Pero a ese telón le han puesto demasiado peso encima y no podrá ser alzado.

Sé que podría dejarme llevar por la rabia que puedo sentir. O por lo descorazonado que me siento en estos momentos. Para mí y para todos los miembros de La Casa de los Monos, esto de Periscopia no era un trabajo. Era una pasión. Era nuestra pasión. Y no, no lo hacíamos para nosotros: lo hacíamos por Pozoblanco y para Pozoblanco. Y quizás eso nunca lo entendieron algunas personas.

No faltarán las críticas a la decisión. Pero hemos sido honestos con nosotros mismos y supongo que eso alguien lo valorará tarde o temprano. Y también hemos sido honestos con lo que siempre ha pretendido ser el Festival Periscopia: algo diferente, único y especial.

Es el momento de cerrar estas líneas y cerrar Periscopia. Pero antes de nada quiero darle las gracias a mucha gente. A Manolo Marín un día le dije “iré contigo en esto hasta el final”. Y aquí ha estado, a mi lado hasta el final. Gracias Manolo por confiar en mí. A toda la organización de La Casa de los Monos por el trabajo y los buenos ratos. Por aquellas miradas de ilusión viendo cómo pintaban el silo del agua frente al Recinto Ferial.

También a los medios de comunicación locales por darnos voz y minutos en todo este tiempo. Y por supuesto a la gente de Pozoblanco y de fuera que durante cuatro ediciones ha llenado las calles de Pozoblanco y lo han convertido de verdad en un escenario gigante. Por hacernos creer en el festival.

Y por último, gracias a Periscopia. Gracias de corazón.

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.