A ritmo de la vuelta al cole del Corte Inglés,
sin llegar, sorprendentemente, a ser pesada,
un escritor regresa a su pasado gijonés
y viviremos a través de su mirada.
Puede que el guión no sea un elaborado tobogán,
que el tipo hable con el Rey y sea premio Nobel
hay que tragarlo empujando con mucho pan,
pero sus actores sobrepasan el papel.
Con interpretaciones cómo estas
no existen mejores apuestas.
El personaje de Encarna Paso
es un amor a todas vistas.
Que Ferrandis sea un fracaso
es cosa de los artistas.
Los premios la alabaron.
Los espectadores lloraron.
Los españoles la criticaron.
Es un peliculón lo que rodaron.
Una maravilla de la cinematografía
que esgrime personajes para hacer la sinfonía.