Es la envidia que ha hecho pasto
en el corazón vendido.
Y la lujuria ha hecho gasto
fingiendo ser divertido.
Son la gula y la pereza
más pecados capitales.
Son levantar la cabeza,
ira, avaricia, más males.
Entre todos estos signos
que hacen temblar las morales
hay mensajeros malignos
que los usan de griales.
No se podía olvidar
la furia de estos zagales
para hacernos consternar
viendo sus obras mortales.
Así la cinta que ocupa
estas líneas mal rimadas,
aunque la mires con lupa
terminarás con palmadas.
Un clásico del suspense
que no ha pasado de moda,
pues en estética mola
y no se ve sin que tense.
Una delicia orquestada
por director que empezaba.
Tenia un Alien a espaldas
y musicales guirnaldas.
Aquí terminó la duda,
se encumbró a la persona,
con esta obra algo cruda
que no pierde su corona.