Existe una vida entera
si miras por tu balcón.
Se trata de vida ajena
y es placer para el mirón.
Aunque no tengas cojera
es importante el amor.
Las solitarias carreras
parecen crear dolor.
También se avivan calderas
con convivencia feroz.
Convencer a la sesera
no será fácil labor.
Pero si tu compañera
tiene tu misma afición,
ve avisando a la casera
porque aquí vais a ser dos.
Compartida una locura,
que no cree el espectador,
curiosidad sin hartura
formará un acosador.
Entre pisos y escaleras,
las ventanas y balcones,
miradas y unas carreras
hasta que no queden más cojones.
Majestuosa presencia
la de la rubia princesa.
El pijama es indecencia
provocando fácil presa.
Y no queda más que un malo
al que veremos sudar.
Y es que hace calor, hermano.
Resopla y ponte a gozar.