Un montón de gente guapa
se ponen disfraces del Comic Con,
se van a planetas de guasa
a clavar, de recuerdo, el tacón.
Buscan siempre el chiste fácil
pues la personalidad no importa.
Para el guionista es más grácil
la risa que lo que aporta.
Incoherentes son así
las acciones que realizan.
Lo que guía siempre aquí
son visuales que barnizan.
No hay coherencia que valga
para solucionar las cosas.
Se sacan de la manga
hasta esporas luminosas.
El anuncio de lotería navideña
no compite en sensiblería.
La lágrima despeña
con mordaz maestría.
Siempre hay algo que admirar
y es un mensaje bien puesto.
Al menos, al terminar,
te sentirás más honesto.
Entre carnes de colores,
palizas y explosiones
hay pistas de posteriores
argumentos para guiones.
Aquí la saga no acaba,
el dinero hay que amasar,
si el espectador desbaba
habrá facturas que saldar.