Fotográficamente
sumamente imponente.
Y el sonido
muy atractivo.
Los suburbios de Barcelona
y como viven sus personas.
La inmundicia en el ambiente
con bondad en alguna mente.
Manos llenas de mierda
es crónica de una afrenta.
Aferrarse a la vida.
Recelar a la muerte.
Pues vivir no se olvida
si falleces de repente.
Un retrato de sumisión
de vivir casi en prisión.
Uxbal quiere un mundo más pulcro
donde su hijo no se mee por las noches
y su mujer no le venga con reproches,
pero su propio orín le lleva al sepulcro.
Un reflejo desigual
de una vida sin moral.
¿La bondad
solo llega al final?
Y el final como el principio
todos somos participio.