Si el futuro en la memoria
no te deja pernoctar,
puede que sobre la historia
seas pieza principal.
No es por buscar la gloria,
sí la felicidad.
Si muerdes la zanahoria,
estás llegando al final.
Willis viaja en la noria
en busca de libertad.
Su realidad ilusoria
no le permite cesar.
Entre tanta paranoia
se tiene que enamorar,
pero convertirla en novia
no es fácil de llevar.
Su locura transitoria
parece que va a importar.
Resulta que su oratoria
trae la crisis mundial.
Aquí no hay escapatoria,
es un guión que alabar.
La dirección tan notoria
es de director sin par.
La música vibratoria
acribilla el neuronal.
Esta peli sí fue historia.
No la debes olvidar.