—Qué tío más raro es Fassbender.
—¿Por qué lo dices?
—El otro día fui a ver su última película, ¿a que no adivinas cuál era su papel? ¡Un monigote!
—¿Un monigote?
—Como lo oyes, el tío iba disfrazado con una enorme cabeza como esas que se exhiben en las fiestas mayores. El caso es que además de cabezón, era caricaturesco como si de un dibujo animado se tratara.
—Vaya… ¿y la película?
—Para empezar, te diré que se titula ‘Frank’. Es entretenida, tiene ese toque indie que la hace atractiva y también es muy musical, con lo cual se hace muy amena. Fassbender está intratable, y eso que se pasa toda la película metido dentro de una cabeza gigante de cartón; pero aún así transmite las profundas bipolaridades que se suelen atribuir a los genios. Y es que el trasfondo de la película es ese, las visicitudes de un gran músico con talento obsesionado con triunfar.
—Entonces es como una especie de biopic ficticio.
—No y sí. Al parecer se inspiraron en un tal Frank Sidebottom, el alter ego del cantante y humorista Chris Sievey, pero no es una película sobre su vida. Es algo así como una tragicomedia musical inspirada en él. De hecho el cabezón cartoniano es muy parecido al real. A través de Fassbender se suceden las escenas más emotivas, cómicas y filosóficas del filme. Lo gracioso es que la trama no gira entorno a él, sino a Jon, un chico que por avatares de la vida entra a formar parte del grupo de música de Frank. Durante la grabación del disco es cuando se muestra todo el músculo de la película. Y ahí es cuando Fassbender se hace amo y señor.
—Entonces me la recomiendas; ya sabes que te hago caso en cuanto a cine se refiere.
—Totalmente recomendable. ¡Ah! Además durante todo el metraje se le da mucha importancia a las redes sociales, con lo cual no puede ser más actual.
—Me has convencido, la veré.
