Los indios navajo tenían a Coyote. Los ashanti de Ghana tenían a Anansi. Los escandinavos tenían a Loki. Hablamos de figuras mitológicas que le enseñaban a la humanidad que la agilidad mental podía aportarle brío y riqueza a la especie. También tienen un puesto en esta lista de honorables Hermes (Antigua Grecia), Reynard (Francia) y Bugs Bunny (Looney Tunes). Los Estados Unidos del siglo XXI tienen al señor William Murray, el dios burlón de la actualidad (‘Cómo ser Bill Murray’, de Gavin Edwards).
Que ocupe esta posición en nuestra sociedad no solo quiere decir que está dispuesto a ir repartiendo sus espontáneas bufonadas por el universo; también revela que, en tanto que cultura, necesitamos que alguien encarne este espíritu de anarquía típicamente norteamericana. Hoy los famosos han ocupado el puesto de los semidioses, y exponen sus mitos en las páginas de las revistas del corazón. En ese panorama, Bill Murray es nuestro filósofo-payaso.
En ‘Cómo ser Bill Murray’, de Gavin Edwards.
Si has leído estos dos fragmentos y al finalizar has dicho «amén», si jamás considerarías a Bill Murray un icono hipster, pero crees que la mejor manera de ser tú mismo es ser un poco como él, ¡enhorabuena! Eres uno de los nuestros y, seguro, que el día de hoy está rodeado en rojo, en verde, en amarillo y en azul en tu calendario. Porque, por fin, ha llegado: Ya está aquí ‘Cómo ser Bill Murray’, de Gavin Edwards —periodista estrella de cabeceras como The New York Times y Wired—, gracias a Blackie Books.
Vamos a repetirlo por si no ha quedado claro: ¡Gracias, Blackie Books!
Gracias por traernos el considerado por mucho como «el libro definitivo sobre el genio más imprevisible del planeta». Porque el mundo es un escenario y Bill Murray no entiende la vida sin improvisación ni sorpresa: irrumpe en fiestas anónimas y monta congas, se fuma pitillos de desconocidos o se pasea por ciudades en carrito de golf. Ya sabéis, «nadie te va a creer»…
Todo apunta a que el actor tiene una misión: quiere que seamos mejores personas, más divertidas, menos robóticas, más profundas, menos pedantes. Más libres.
Y aquí se desgrana toda esa filosofía a través de historias secretas, anécdotas, apariciones, citas, consejos… en 320 páginas con ilustraciones de Jonathan Millán que incluyen un análisis de toda su filmografía: desde ‘Cazafantasmas’ a ‘Lost in Translation‘, pasando por ‘Atrapado en tiempo’.
¡Un momento! Antes de que salgáis corriendo a la primera librería que encontréis abierta, empapaos de los diez principios de Bill, según Gavin Edwards:
- Los objetos son oportunidades.
- La sorpresa es oro. Lo fortuito es una langosta.
- Invítate tú a la fiesta.
- Asegúrate de que todos los demás estén invitados a la fiesta.
- La música une a la gente.
- Sé generoso con el mundo.
- Insiste, insiste, insiste.
- Conoce tus placeres y tus parámetros.
- Tu espíritu seguirá a tu cuerpo.
- Mientras la Tierra siga dando vueltas, haz algo útil.
Ahora sí, ¡corred a por él!
Lo he leído y es malísimo. No vale lo que cuesta.
Para mí sí que lo vale. Con algunas de las anecdotas me parto. Un recorrido por la vida de Murray más que interesante.