Esto es la biografía de Violeta Parra
y de cómo usaba su guitarra.
Una mujer hecha de corteza y barro,
hecha de arte y desgarro.
Fuerte como crece un esqueje en la parra.
Frágil cuan violeta en un tarro.
Como hay flores que ya no se inventan
hay biopics que lo intentan.
Acompañados de sus canciones,
aquellas que encogieron corazones,
la historia salta por emociones,
de su hijo las impresiones.
La artista es encarnada por Francisca Gavilán
que hace el trabajo de un verdadero titán.
“El suicidio no se avisa, se hace”
dice abofeteando a su hija.
Y recluidos en la musical nave
se ahoga en un naufragio que no avisa.
Muy posiblemente como biografía no sea muy real
pero como acercamiento a la virtuosa no está del todo mal.
Gracias a Violeta que nos ha dado tanto.
Nos dio su ternura. Nos dio su quebranto.