Un drama con sus roles
en marcadas posiciones.
Una historia de emociones
y de busca de pasiones.
De miedo a deportaciones
y quitarse los tapones.
Con previstas conversaciones
que afloran las lecciones.
Sencillo alegato sobre la burocracia del nacionalismo.
A los gobiernos, dónde vivas, no les da lo mismo.
Nada tramposa,
quizá pretenciosa.
Todo lo pone en el tapete,
que el espectador busque su brete.
Una trama con tres estrofas,
como en tambor la prosa.
Emotiva y bien construida
no hay happy end para ganar la partida.