Ser rottweiler del gobierno
es un empleo muy duro.
Necesario es hacer muro
contra amantes del infierno.
Pero si el diablo gobierna,
los perros amaestrados
crean infames estados
que al protestón rompen piernas.
La semilla originada
de manifestantes humanos
llegará hasta las manos
por querer la vida honrada.
Nunca han tenido suerte
las naciones del este.
El pueblo alzó sus voces
y se encontró funcionarios
a los que pagan salarios
que les freirían a coces.
No es fácil revolución
el cambiar la democracia.
A algunos les hará gracia
creer que eligió opción.
La guerra social se cuenta
desde objetivos sensibles
grabando cosas increíbles
que al explicar dan la vuelta.
Es ingenioso efecto
narrar primero el evento.
Después, ya vista la imagen,
sobrecoge su bagaje.
Escueta en sus desarrollos
no se interesa en la historia.
Sólo aporta a la memoria
fotogramas de meollos.