Treinta horas de entrevistas
sobre el Rey Midas del cine.
En dos horas quedan listas
pues más recortes no pide.
Se habla de sus películas,
de su arte dirigiendo,
de que sale de cuadrículas
con taquillazos tremendos.
Que es director emotivo,
que coloca bien el plano,
que con niños es un divo,
que es cine hasta el último grano.
No es para menos el tipo
ya que revolucionó el oficio
algo que no hace el equipo
del documento acomodaticio.
No cuenta nada que no sepa
el que algo se haya informado
de este genio de la estepa
del Hollywood más laureado.
No se sumerge en su pericia,
pocos traumas desvelados,
quizá este artista de franquicia
no está loco al fin y al cabo.
Hay que admirarle por ello
aunque el documental sea plano
no es fácil ser un destello
y sin taparse con la mano.
Todo cinéfilo que se precie
disfrutará del metraje
aunque sea de la especie
de los publirreportaje.