Cuando te despierta en plena noche
un vecindario iracundo,
cualquier reproche
puede hacerte moribundo.
Y es porque entre neblina y adoquines
siempre se han generado muchos motines.
Un flacucho e insigne adulador de jefes
poco puede hacer contra asesinos despiadados.
Si Dios no protegiese a los mequetrefes
los barrios no estarían tan poblados.
Prostitución, amor, dioses y artistas.
Filosofar es la magia que lima las aristas.
Así que Woody Allen perdido en la bruma londinense
no es más que otro humanoide que no sabe a qué atenerse.
La realidad de la vida es una noche desvelada.
El vivir es un caos del que nadie sabe nada.
¿Quizá tener un hijo
sea buena escapada?
¿Delegar todo tu alijo
a una mente desinformada?
Humor, amor, sueños y absurdos.
Todos los propósitos vitales podrían sonar burdos.
Pequeña joya del director neoyorquino.
Antigua obra de teatro escrita con tino.