Olvídate de mí.
No me recuerdes nunca.
Olvídate ya de mí
y dejaré atrás mi culpa.
Yo te tengo que olvidar
pues esto es vivir en vilo.
Yo te tengo que olvidar
y poder cambiar mi sino.
Tengo tu cuerpo adherido.
Mis rutinas no son mías.
Ahora me siento perdido
aunque odie tus manías.
Y si alguna vez te olvido,
no dudes que aún te siento.
Todo lo que hemos vivido
forma parte de mi cuerpo.
Es un vicio algo nocivo
no olvidarte aunque lo intento.
Es un enorme vacío
que has dejado en mi intelecto.
Y si una máquina logra
arrancarte de mí mismo
puede que prefiera la horca
a meterme en ese abismo.
Perdóname si lo hago.
Yo ya me he arrepentido.
En caliente soy muy malo
aunque sienta lo que digo.
Cuando vuelva tu recuerdo
a invadirme como el frío,
sabré que ya no estoy cuerdo
porque quiero estar contigo.