Si en España criticamos
pelis de guerra civil
con adolescentes flacos
que estrenan miembro viril,
Chile hace sus alegatos
de los tiempos de fusil
con protagonistas bajos
que aprenden lo que es vivir.
No son malos sus retratos
de revuelta juvenil
aunque son típicos ratos
de filmes de este perfil.
Queda de cuento barato
la revuelta estudiantil
y estropea el relato
el sinsentido infantil.
No es malo este sustrato
si no manchase el mandil.
Al final el aparato
queda en esencia pueril.