En un país dónde los hombres son lobos hambrientos de sexo
Antonioni analiza el amor en su contexto.
Trastocando por completo la trama convencional
transporta al espectador a un viaje sin final.
Un mensaje de condena para todo enamorado,
un lastre que llevar colgado.
En la belleza plástica del negativo vagan los personajes tristes
donde ser sincero es andar a corazón abierto por un campo de buitres.