Este chino no se despega
ni con agua caliente.
Es más molesto que un enema
y, en idiomas, deficiente.
La trama, que es muy sencilla,
intenta hablar de rarezas,
pero son pieles amarillas
las únicas extrañezas.
La magia que habita el mundo
pretende conmover al rancio,
pero todo se presagia
y sólo induce al cansancio.
Cuidada en sus detalles
y buena en su actuación.
Es posible que la halles
reactiva de tu emoción.
Aunque es más habitual
que te aburras como un gato.
Es una historia frugal
que apenas divierte un rato.