Cuando en 1977, debutas con sólo 27 años en la segunda temporada del Saturday, aquella en la que entre los principales humoristas estaba Dan Aykroyd o los malogrados genios Kaufman y Belushi, se puede decir que has tocado el cielo o has pasado a estar en el Olimpo de los humoristas.
Actor fetiche de Iván Reitman o Harold Ramis, en España siempre le tendremos en mente como el Dr. Peter Venkman de los Cazafantasmas o Phil, aquel reportero que no lograba salir del día de la marmota a ritmo de Sony y Cher cada mañana.
Pero para fetichismo, el que siente Wes Anderson hacia Bill, actor excéntrico tanto detrás como delante de las cámaras, capaz de colarse en una fiesta universitaria y acabar limpiándoles los platos porque no había llevado nada, o de coger patatas fritas del plato de un extraño y dar la misma respuesta cada vez que le pillan “si lo cuentas, no te van a creer”.
La relación entre estos dos genios del humor nació en el segundo largometraje de Anderson, ‘Rushmore’, y, desde entonces, Murray ha actuado en las 8 películas restantes del director texano, el cual ha llegado a amenazar con tener una película en mente en la que Bill sería el protagonista.
Lo mejor de este binomio es que si hubiera que elegir un personaje de las nueve películas que han rodado juntos, es imposible quedarse con uno, con dos o con tres, simple y llanamente hay que quedarse con todos: desde Herman Blue en ‘Rushmore’, pasando por el Steve Zissou de ‘Life Aquatic’ hasta la voz de Badger en ‘Fantastic Mr. Fox’, segundo personaje de animación al que ponía voz, tras hacer de Garfield por confusión al pensar que el guión era de Joel Coen, el de ‘Fargo’, en vez de Joel Cohen.
Aún en cines, tenemos lo último de Wes Anderson, con el mayor reparto coral que ha tenido en todas sus películas, y cómo no, con nuestro admirado Bill Murray entre ellos.